mayo 18, 2024
Historias

Citykleta: Tú y yo en bici por La Habana, piénsatelo

Yasser tenía 11 años, quizás menos, no recuerda exactamente, cuando sus padres le compraron la primera bicicleta. En Nueva Gerona, la pequeña ciudad donde nació este joven, era frecuente ver a los muchachos ir a la escuela sobre dos ruedas. “No había que recorrer grandes distancias y soñaba con tener una bicicleta para moverme por ahí”. Ese sueño se hizo realidad y años después se convertiría en una filosofía de vida.

Las bicicletas y la cultura del ciclismo son un fenómeno complejo en la sociedad cubana. Aunque algunos lo vinculan al Período Especial, donde la potencia del pedal era el transporte más viable para los cubanos, la covid-19 le dio un fuerte empuje al movimiento ciclista en el país.

Yasser González Cabrera tomó una decisión que para muchos podría ser arriesgada, pero sin arriesgar difícilmente se gana. En 2014 dejó su trabajo como desarrollador de software para dedicarse al ciento por ciento a lo que más amaba: las bicicletas.

Junto a un amigo lanzó un primer negocio de cicloturismo en La Habana y comenzó a organizar la masa crítica de La Habana en 2015 para promover el ciclismo en la ciudad y alentar a los habaneros a adoptar la bicicleta como un estilo de vida alternativo. Estos fueron los antecedentes que sentaron las bases para que en enero del 2017 surgiera Citykleta.

Hoy Citykleta ofrece actividades en bicicleta para el ocio y fomento de cultura ciclista en la capital. “La gente viene a Citykleta para descubrir la ciudad, divertirse, socializar en comunidad y aprender a usar la bici”, indicó su fundador.
Funcionamos -dijo- bajo un modelo no lucrativo para generar impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Actualmente Yasser se encuentra haciendo todos los trámites para convertirse en un proyecto de desarrollo local.

Citykleta se mantiene constantemente impulsando iniciativas. Por ejemplo, una Fiesta de Reparación de bicicletas, un festival para empoderar a las personas sordas, talleres de mecánica para mujeres o clases para aprender a montar en bici.

 
 
 
 
 
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Pero aún queda aún por hacer. Preparar un proyecto que sea infalible es un reto. Yasser lo sabe. La covid-19 hizo que este joven se replanteara todo su negocio, debido a la poca cantidad de turistas que estaban entrando en el país. “Del turismo no se puede depender, entonces decidí crear otras maneras de generar ingresos sin depender del mercado internacional”, explicó.

“Estoy trabajando en planes de factibilidad”, comentó. Además, incluyen en su concepción del negocio la labor educativa, para esto tienen el proyecto Edukleta. “Esperamos reintegrar la bicicleta en la vida cotidiana de los habitantes de La Habana y en el panorama de su ciudad”.

¿Por qué apostar por la cultura del ciclismo?

Para Yasser existen cuatro puntos fundamentales que sustentan la necesidad de concientizar sobre las ventajas del ciclismo. Así como los beneficios que trae al medioambiente y al desarrollo de la localidad.

  • Cultura local: Nos enfocamos en redescubrir los lugares menos conocidos que conservan un gran valor cultural e histórico.
  • Apoyar a los locales: Comemos en pequeños establecimientos de propiedad local.
  • Minimizar la huella de carbono: Realizamos recorridos en bicicleta, el uso de vehículos motorizados es casi nulo.
  • La capacidad del ecosistema: Vamos en pequeños grupos y cuidamos nuestro entorno urbano y natural.

La Habana sufre un grave problema de movilidad, sin embargo, -explica Yasser- la bicicleta sigue siendo impopular y estigmatizada en la cultura urbana. “Queremos averiguar qué está sucediendo y abordar estos problemas para devolver la cultura de la bici a la ciudad”.

 
 
 
 
 
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