mayo 17, 2024
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“La Universidad es lo más grande”

Por: Arley Puyol Álvarez

Pareciera que Kevin Marcos Delgado Álvarez no duerme o que, por arte de magia, extiende los días a más de 24 horas, cuando es capaz de dividirse entre cursar el segundo año de la licenciatura en Derecho, presidir la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas en la Universidad de Ciego de Ávila (UNICA) Máximo Gómez Báez, ser alumno ayudante de Filosofía, participar en eventos, estar activo y publicando en las redes sociales de Internet, e ir a tomar café al Barquito con sus amistades, sin restarle importancia a ninguna.

Recién, además, el tiempo le alcanzó para preparar, junto a un colectivo de profesores, la ponencia que debatió en el Primer Congreso Internacional sobre Infancias y Adolescencias “Creciendo al Futuro”, organizado por el Centro de Estudios sobre la Juventud, en el Centro de Convenciones Plaza América, en Varadero, desde el 28 de mayo hasta el 2 de junio.

“Fue un importante evento de intercambio científico entre investigadores, académicos, estudiantes y emprendedores de toda Cuba, en pos de pensar cómo ha de construirse una política integral de atención hacia las infancias y adolescencias.

“Una frase que recuerdo del Congreso es: ‘No existe planeta B, las infancias no pueden esperar’. Es esa necesidad de hallar ya la manera de velar por los derechos de nuestras niñas, niños y adolescentes. El Código de las Familias dio pasos, pero hace falta un marco legal que específicamente atienda este tema. La ley para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes urge”.

Le decían que sabía defenderse muy bien con la palabra y Kevin Marcos notaba que con ella era capaz de hacer cambiar de opinión a cualquiera. Por eso se debatía a finales de duodécimo grado entre las carreras de Derecho y Periodismo. Hoy no se arrepiente de elegir estudiar artículos y resoluciones antes que notas informativas.

“Mi primera opción fue Derecho. Vivo enamorado de mi carrera. Día a día construyo ese amor, aprendiendo a cómo hacer que se cumplan realmente las leyes en una situación del país tan compleja, aprendiendo a defender mi sistema en medio de este intenso programa de cambios y reformas”.

En el banquillo de los juzgados sienta al actual plan de estudios, por ser de cuatro años, uno menos que el precedente: “Guiándome por planteamientos del X Congreso de la FEU, lo valoramos muy apretado. A veces te sobrecarga, más el tercer año, con un cúmulo grande de materias. Es una queja que se ha ido elevando y que esperamos en algún momento la Comisión Nacional repiense al respecto. Es una carrera muy amplia, en la que hay que investigar y leer mucho”.

Kevin Marcos, en la búsqueda constante de las inquietudes de otros, de resolverlas y representarlos, se encuentra. Ese espíritu de liderazgo no es herencia familiar, sino intrínseco; lo descubrió desde la primaria y alcanzó consagración al asumir la presidencia de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media en el nivel provincial.

Por encima de la ropa se le nota ese carácter. Tanto que entró a la UNICA el año pasado, a mediados de abril y antes de que terminara el mes, ya era el presidente de su Facultad, y luego los votos lo ratificaron. Dice que, tanto como responsabilidades y retos, es un goce, sin que eso signifique poca seriedad o ligereza.

¿Qué exige la FEU hoy de sus dirigentes?

—Esfuerzo y dedicación, son las dos palabras fundamentales. Ser veraz, transparente, dedicado; pero, primero que todo, un buen estudiante. Así se entiende mejor la otra función.

“Los estudiantes sí conversan y se preocupan por las temáticas de la universidad. Y estar allí resolviéndolas e incentivándolos a ellos a construir la universidad que quieren es el objetivo principal de la FEU”.

¿Cuáles son los problemas más acuciantes de la UNICA?

—Entre los de más gravedad está la infraestructura constructiva; aunque, para ser autocrítico, debo hablar del trabajo interno de la FEU, nuestro funcionamiento, que debe mejorar día a día. Es necesario desarrollar un número mayor de actividades culturales y deportivas, y otras que lleven a la FEU fuera de los muros de la universidad.

Una vinculación más estrecha de la dirección de la FEU con el resto de los estudiantes es tarea pendiente aún, ¿cómo buscas resolverla?

—La FEU debe ser menos burocrática, más cercana a los estudiantes. No puede verse al Consejo de la FEU como un ente de personas que se reúnen semanalmente, sino como el espacio de construcción colectiva ideal para la búsqueda de las soluciones. Para eso, junto a la dirección de la institución, se debaten todos los problemas mencionados, las quejas estudiantiles, la planificación de nuestras actividades y el seguimiento a los planes de trabajo.

“Aunque habrá estudiantes que, por razones personales, de desmotivación, por criterios distintos, van a alejarse, siempre trato de sumar. Hago un espacio para pasar por las brigadas. En esos cinco minutos de receso bajo y subo todas las escaleras. Me gusta ese intercambio constante. Los muchachos me escriben para cualquier situación. Esa es la forma que hemos establecido para que fluya la información; cuento además con el apoyo de un grupo de corresponsales que se encarga muy bien de divulgarla”.

Kevin Marcos y el aula contrajeron una relación difícil de separar. La pasión es tal que no piensa lucir la toga una vez graduado, aunque lo hiciera igual por cumplir su servicio social; pero de ser así volvería a la universidad con el traje de profesor al terminarlo.

“Desde que entré supe que no iba a querer irme nunca de estas cuatro paredes. Dar clases será el próximo paso en el intento de alcanzar mi meta. La jefa del Departamento, Heidy Donis Vieites, vicepresidenta de la FEU en su momento, quien entiende por dónde transito, está a mi lado y comparte el criterio de que la Universidad es lo más grande”.

(Tomado de Invasor)

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