Por: Boris Luis Alonso Pérez
Al empezar Stardew Valley tu día se resume así: te levantas a las 6:00 a.m. para atender tus cultivos, cortar leña, minar piedras, limpiar maleza y te queda el tiempo justo para viajar a la ciudad más cercana a comprar recursos y semillas, para finalmente dormir y empezar todo de nuevo.
De esta manera nuestro personaje cumple objetivos de forma no lineal para obtener recompensas. Primero mejoramos las herramientas, lo que nos permite realizar nuestras tareas diarias más rápido y poder dedicarle tiempo al ocio; después arreglamos la cabaña y le ponemos unas cortinas rojas a las ventas; hasta que llega el punto en el que no sabemos cuándo parar.
Pero todo no es trabajo, en su pequeño mundo el juego guarda la suficiente cantidad de secretos como para que nos cueste encontrarlos todos. Además, podemos interactuar con los vecinos, entablar amistad y hasta casarnos en el caso de que estén solteros, e incluso tener hijos.
A la mecánica jugable se integran minijuegos de pesca, recolección, interacción social e incluso aventuras. Para medir el tiempo Stardew Valley emplea un calendario simplificado donde cada año tiene cuatro meses de 28 días cada uno y cada mes representa una estación, algo que tendremos que tener presente siempre a la hora de realizar nuestras tareas.
En el apartado artístico tenemos un estilo pixel art que nos recuerda a juegos de aventura de los Super Nintendo como Final Fantasy o Dragon Quest. Pero lo realmente impresionante es que todo fue creado y desarrollado por una única persona, el diseñador estadounidense de videojuegos indies: Eric Barone, bajo el alias de ConcernedApe.
El juego cuenta con una amplia colección de mods gratuitos que enriquecen la experiencia con nuevas misiones y objetivos, y aportan variedad al aspecto visual y cosmético de nuestro personaje.
Stardew Valley no tiene un final propiamente dicho y somos nosotros los que decidimos cuando la historia termina. Es entretenido, apto para todas las edades y una opción si lo que buscamos es pasar el rato y dar rienda suelta a la creatividad.
En video, Stardew Valley
(Tomado de Girón)