En la actualidad, muchas personas, especialmente aquellas comprometidas con reducir su consumo, están comenzando a valorar la autenticidad de quienes intentan influirles, optando por seguir cuentas que no fomenten el consumismo desmedido. Un ejemplo destacado es el de una influencer llamada Wiebe, quien busca «desinfluir» a sus seguidores, animándoles a no adquirir productos innecesarios. Este tipo de líder de opinión resulta mucho más saludable y digna de seguir que aquellos que, sin importarles el impacto en tu economía o en el planeta, te incitan constantemente a comprar cosas superfluas.
El movimiento del «desinfluir» ha ganado fuerza en redes sociales, con hashtags como #deinfluencing acumulando más de 1.000 millones de visualizaciones. Este fenómeno refleja un cambio en la mentalidad de los consumidores, quienes cada vez más valoran a aquellos influencers que promueven un consumo consciente. Estos creadores de contenido nos invitan a reflexionar: ¿realmente necesitamos esto en nuestras vidas? Nos piden que pensemos dos veces antes de realizar una compra impulsiva.
Esperamos que esta tendencia siga creciendo y que más personas se sumen a la rebelión de los consumidores responsables. Necesitamos un cambio real. Aunque las compras semanales de ropa no son el único factor del deterioro ambiental, sin duda contribuyen. Neutralizar las influencias tóxicas que nos llevan por el camino del consumo rápido es un paso fundamental para iniciar una transformación personal. Elige con cuidado a quién permites que te inspire.
(Con información de Código Nuevo)