Por: Daryel Hernández
Esta semana el cine Acapulco se viste con tonos espeluznantes. En su horario habitual de las 5:00 p.m. los espectadores podrán asistir a la exhibición de la película Evil Dead Rise, mejor conocida por el público hispanohablante como Posesión infernal: El despertar, estrenada este mismo año con muy buena aceptación en el público mundial.
En 1981 el director Sam Raimi realizó The Evil Dead, que sin muchos inconvenientes se convertiría en una película de culto dentro del género de horror sobrenatural. Fue una experiencia atemorizante para el espectador de la época. Sus efectos especiales, el sonido y la tensión añadida en cada acontecimiento, antes y durante la aparición del ser demoníaco, constituyeron detonantes que el público no podía ignorar y tomar con tranquilidad. Se hacía difícil resistir ese panorama terrorífico con calma en los asientos; era normal que se escaparan algunas muestras de miedo y pánico en las salas de cine.
The Evil Dead pasó a convertirse en una saga que gira alrededor de la temática demoníaca posesiva. Su solidez argumental la ha convertido en una de las colecciones más consumidas del género en la actualidad, debido a su capacidad para producir el temor de la primera vez.
Evil Dead Rise es una propuesta renovada de la trilogía original (Evil Dead, Evil Dead II y Army of Darkness), que completaría estas como una secuela. Dirigida por Lee Cronin, bebe del buen proyecto argumental de la saga para construir su trama, la que parte de un conflicto familiar y culmina en una carrera por la supervivencia.
Cronin desarrolla una historia tipo remake crudo acerca de dos hermanas, Ellie y Bridget, que no poseen una relación muy unida. Su reencuentro se ve obstaculizado por varios espíritus malignos poseedores de carne que convierten sus vidas y la de su familia en una bizarra y violenta persecución en la que se ven inmiscuidos hasta los vecinos.
El director de esta última entrega utiliza elementos más crudos en su narrativa, y se vale de una claridad de imagen para retratar una atmósfera violenta, divertida y sobrada de terror. Articula dichos elementos dentro de una conocida pero novedosa historia, que atrapa a quien se enfrenta a ella.
Cronin, con un ligero cambio de escenario y acontecimientos, no solo transforma el argumento y la visualidad habitual de esta saga, recreada generalmente en una cabaña apartada, sino que recrea una trama empática con sus posibles espectadores.
Su grandilocuencia radica en la manera de contar los sucesos. Encuentra la fórmula, sin perder la precisión y coherencia, para tratar con varios rostros y personalidades desde las múltiples posibilidades situacionales que le aporta un edificio en ruinas dentro de un metraje que aumenta en intensidad cada segundo.
Evil Dead Rise es una obra que complementa a las anteriores. No parte de nuevos imaginarios, sino de una historia ya contada, y comparte muchos de los estatutos que sus predecesoras le legaron. Simplemente se construye a partir de lo ya conocido, con una consistente y novedosa mirada. Tampoco se podría decir que es un argumento ad novitatem. Aquí su modernidad está en movimiento con la necesidad de empatizar con los nuevos públicos, a los que le promete que su visionado será una experiencia escalofriante que los mantendrá pegados a sus asientos.
(Tomado de La Jiribilla)