noviembre 22, 2024
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Me llaman Hugo, como mi perro

Por: Yosdany Morejón Ortega y Gabriela Estrella Cañizares (estudiante de Periodismo)

Desde hace al menos 10 000 años, los perros han acompañado a los seres humanos en la mayoría de las actividades cotidianas de las cuales dependía su supervivencia y, en la actualidad, ni siquiera las redes sociales logran separar a las personas de tan fieles mascotas.

Hoy no se concibe la vida moderna sin la presencia de los canes en el hogar e, incluso, en los centros de trabajo, donde se les emplea en las más disimiles funciones dado su olfato y sentido del deber.

Son precisamente estas y otras habilidades las que han determinado su eficacia como perros policías, al poder adiestrárseles con la intención de garantizar la seguridad pública. Además, se les consideran entre los mejores acompañantes para formar parte de investigaciones policiales que requieran de un olfato e instinto superiores al de los humanos.

En la escuela lo enseñaron a trabajar operativamente, o sea, a trabajar con Hugo en el lugar de los hechos. Foto: Tomada de Escambray

Bien lo sabe Juan Antonio Fuentes Moinegra, un técnico canino que se desempeña como primer suboficial del Ministerio del Interior, Minint, en la provincia de Sancti Spíritus, desde el 2019 y a quien todos llaman Hugo en honor a su perro compañero.

Se trata de un pastor belga malinois que labora junto a él en la especialidad de rastro en la Primera Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en el territorio.

“Desde que comencé a trabajar todos me llaman por el nombre del perro; de hecho, hay personas que aún no saben mi nombre y me llaman Hugo. Ya para mí es normal porque desde que pasamos por la escuela estamos acostumbrados a llamar a los caninos por el nombre del perro, es algo que suele suceder casi siempre”, confiesa a Escambray.

Pocos lo conocen, pero este can sobresale por el esclarecimiento de cinco robos con fuerza, tres hechos de hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor, un homicidio y otros casos, ante lo cual la Jefatura Provincial del Minint otorgó recientemente la medalla por el Servicio Distinguido en la institución a la Unidad Cinófila, integrada por el mencionado suboficial y el perro Hugo.

“Al comenzar pasamos cursos y fuimos a escuelas. Allí me enseñaron los instructores a trabajar con Hugo de acuerdo a las técnicas y, al llegar aquí, los técnicos de mayor experiencia me enseñaron a trabajar operativamente, o sea, a trabajar en el lugar de los hechos”.

“La escuela y el trabajo son diferentes, es un gran cambio. Estuve en una escuela en Santa Clara 5 meses aproximadamente. La escuela se llama Centro Regional de Preparación y Adiestramiento a Técnica Canina”.

¿Desde que empezaste a trabajar como técnico canino, solamente has interactuado con Hugo?

Sí, comencé con él en febrero del 2020.

¿Hay algún remplazo para Hugo, algún cachorro pequeño?

Por el momento no hay remplazo para Hugo.

¿Al comenzar a trabajar con el can tenías experiencia como técnico canino?

No, para nada.

¿Hay algún hermano de Hugo en Sancti Spíritus?

Al menos de su mismo parto no conozco a ningún otro.

¿Cuántos perros hay aquí en el Minint y en la Primera Unidad de la PNR?

En la Primera Unidad son dos perros trabajando, tenemos a Hugo y a Mico, que es un pastor alemán de tres años, más o menos, pero en el Minint como tal son más de 30 perros.

¿Qué tan diferente es el desempeño de Mico con respecto al de Hugo?

No es una gran diferencia, pero Hugo tiene mayores resultados.

¿Qué factores inciden en eso, la edad, raza, años de experiencia, por ejemplo?

Pueden influir muchas cosas como el tiempo que lleve trabajando el perro; a la hora de la búsqueda, cómo están las condiciones, el clima, los lugares de los hechos.

¿Cuánto influye el clima en el desempeño del perro?

Bastante, por ejemplo, el día y la noche. El perro trabaja mejor en un horario más fresco, al trabajar bajo el sol el perro se cansa más y corre el riesgo de lesión por golpe de calor o quemadura en sus patas.

Hugo es un pastor belga malinois que labora junto a Juan Antonio en la especialidad de rastro en la Primera Unidad de la PNR en Sancti Spíritus. Foto: Tomada de Escambray

¿En qué consisten sus entrenamientos semanalmente?

Una vez a la semana nos reunimos los caninos del municipio según su especialidad, ya que algunos son para buscar drogas, otros para enfrentamiento y estos que son de rastro. Hugo se considera según su especialidad un can de rastro, al igual que Mico.

Para evitar que se enfermen, se les extrae sangre, se vacunan para parásitos y la pentavalente que se le pone una vez al año.

¿Se ha enfermado Hugo?

Permaneció al menos 20 días sin trabajar, ya que estuvo enfermo con Ehrlichia canis. Nos mantuvimos hidratándolo, pues en ese tiempo no quería comer ni tomar agua.

¿Hasta qué tiempo ustedes consideran que los perros realmente tienen la condición de ejercer bien el rastro?

Los perros se mantienen entre siete y ocho años operativos, aunque puede ser antes por alguna enfermedad o después porque trabajan bien.

El pastor belga Malinois: un perro admirable

Hugo tiene cinco años y comenzó a trabajar en el 2020 cuando tenía un año y medio de vida. Posee, al igual que los de su raza, la morfología de un auténtico atleta, una inteligencia excepcional y una gran versatilidad.

Expertos aseguran que el malinois es un perro muy apreciado en labores de asistencia y seguridad, pero también puede ser un devoto compañero en el hogar, siempre y cuando se le brinde la actividad física y los retos mentales que necesita.

Según la bibliografía consultada, se trata de un animal activo y precisa de ejercicio diario, ya que su origen se remonta a una raza de trabajo —si bien todavía se utiliza en el pastoreo—, aunque sus principales funciones son hoy como perro policía, perro militar, perro de defensa y seguridad, perro guardián, entre otras funciones; en correspondencia con el uso que le den las fuerzas y cuerpos de seguridad a lo largo y ancho del planeta.

El blog de Arion en Internet explica que esta raza de perro está muy unida a su propietario y establece con él un vínculo casi de inmediato, por lo que se ha vuelto típica la imagen de un Malinois, que busca permanentemente la mirada de su guía, siempre pendiente de él, incluso desde cachorro.

Por lo pronto, Juan Antonio y Hugo siguen tan unidos como la celada al yelmo. Desde bien temprano entrenan y jamás titubean a la hora de cumplir con el deber.   

(Tomado de Escambray)

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