Estudios recientes sugieren que las personas de estatura más baja podrían tener una esperanza de vida más larga en comparación con sus compañeros más altos. Según los expertos Jean-Marie Robine y David Sinclair, esta longevidad podría explicarse por la menor cantidad de replicaciones celulares requeridas en los cuerpos más pequeños, lo que podría reducir el agotamiento celular y retrasar el envejecimiento.
Históricamente, se pensaba que la estatura baja estaba vinculada a condiciones de vida difíciles y malnutrición infantil, lo que afectaba el desarrollo físico. Sin embargo, hoy en día, con mejoras en las condiciones socioeconómicas y la salud pública, las personas de estatura más baja a menudo disfrutan de una mejor salud y una mayor esperanza de vida.
Aclaratoria: Si bien esta tendencia ha sido observada en varios estudios, es importante recordar que la longevidad no depende únicamente de la estatura. Factores como el estilo de vida saludable, la genética, el acceso a atención médica y las condiciones socioeconómicas juegan un papel crucial en la salud a largo plazo.
Este fenómeno pone de relieve cómo los factores biológicos y ambientales pueden influir en la longevidad, pero siempre dentro de un contexto más amplio que incluye el cuidado personal y hábitos saludables.
(Con información de El Kilombo)