julio 31, 2025
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Hablar solo: un hábito más común y útil de lo que imaginas

Puede parecer una locura, pero hablar con nosotros mismos no siempre es una señal de problemas. Al contrario, esta práctica, conocida como habla autodirigida, no solo es más común de lo que crees, sino que también tiene muchos beneficios para la salud mental, el desarrollo personal y los procesos cognitivos. De acuerdo con un estudio, al menos el 25% de los adultos hablan consigo mismos en voz alta.

La pregunta ahora es: ¿Por qué hablamos solos?

Aunque hablar con uno mismo es una práctica que puede generar un par de miradas juzgonas de vez en cuando, la realidad es que muchas personas tienen un monólogo interno, incluso si nunca ponen sus pensamientos en palabras. Hablar consigo mismo puede ayudarnos a entender el mundo, a poner las ideas en orden y a concentrarnos en el presente. Además, significa que estamos en constante reflexión, pues no solo escuchamos nuestros propios pensamientos, sino que interactuamos con ellos conscientemente.

Hablar en un tono positivo puede aumentar la confianza, pero lo contrario también ocurre cuando nos hablamos en un tono negativo y pesimista. La mejor forma de sacarle provecho a este hábito es conocer sus beneficios y usarlos a nuestro favor.

1. Mejora la concentración

Hablar en voz alta mientras se estudia, trabaja o realiza una tarea del hogar nos obliga a interactuar con la información en un nivel más profundo. También permite el desarrollo de habilidades de razonamiento y aumenta la satisfacción con el aprendizaje.

2. Refuerza la memoria

Al hablar en voz alta conectamos con las emociones, lo que también nos ayuda a recordar una tarea, palabra u objeto gracias a las asociaciones con los diferentes sentimientos que puede generar. Además, este proceso estimula más canales sensoriales que hacerlo solo en la mente.

3. Ayuda con la introspección

Un estudio encontró que el habla autodirigida, sobre todo cuando se realiza en tercera persona, es una manera sencilla y efectiva de analizar nuestras emociones y así obtener un mejor control de las mismas. Además, reduce el estrés y la ansiedad y promueve una forma más positiva de ver las cosas. También nos permite establecer metas, ofrecer comentarios críticos sobre uno mismo y analizar situaciones complejas.

4. Fortalece la comunicación

Dialogar con uno mismo ayuda a mejorar la expresión lingüística y la capacidad de exponer ideas de forma clara y concisa. Esto es de gran ayuda cuando se trata de trabajar en equipo, pues los miembros que tienden a hablar solos están más abiertos a la comunicación con otros y tienden a crear un ambiente positivo, lo que facilita la colaboración entre miembros del equipo.

5. Fomenta la autocrítica constructiva

Hablar solo es una gran forma de regular las emociones y de procesarlas con más calma y dedicación. Tomar distancia de las situaciones de nuestro día a día nos permite analizarlas de manera más objetiva y desde diferentes ángulos. Además, reduce las probabilidades de actuar de manera impulsiva al dejarnos ver las cosas con más claridad.

6. Impulsa la motivación

A veces, cuando nos sentimos atorados en una tarea que parece imposible, unas palabras de aliento de un compañero pueden ayudarnos a seguir. Pero, si no tienes a nadie a tu alrededor, tú mismo puedes ser tu propio equipo de apoyo. Los comentarios positivos ayudan a la motivación y recordar nuestros logros es una buena forma de darnos un empujoncito hasta llegar a la meta. Ten en mente que la mejor forma de sacarle provecho a este beneficio es hablarte a ti misma en segunda o tercera persona. Es decir, en vez de decir “puedo hacerlo”, intenta decir “tú puedes”.

7. Aumenta la productividad

Hablar solo mejora la productividad en diferentes áreas, ya sea en el trabajo, la escuela e incluso en los deportes, al mejorar la confianza en uno mismo y ser una fuente de motivación inagotable. También ayuda a reducir el estrés, permite identificar puntos débiles en los que podemos trabajar y ayuda a mantener la concentración, por lo que mejora nuestro desempeño en las tareas del día a día.

8. Centra la atención en el presente

Cuando hablamos en voz alta estamos interactuando con el mundo de forma consciente. Describir en voz alta lo que hacemos, ayuda a estar concentrados en el momento, no hay tiempo para pensar en los errores del pasado o las pruebas del futuro que todavía no llegan.

9. Mejora la capacidad de resolver problemas

Esta técnica, conocida como la autoexplicación, ayuda a monitorear el progreso durante una tarea difícil. Además, explicar un tema, instrucciones o problema complicado en voz alta puede ayudar a encontrar soluciones que no habríamos imaginado de otra forma. Esto es gracias a que estamos más concentrados en cada parte del proceso y, por lo tanto, podemos entenderlo en profundidad.

10. Ayuda a procesar las emociones

Hablar solo puede ser un gran aliado cuando no nos sentimos listos para compartir nuestros problemas con alguien más, ayudándonos a aclarar nuestros pensamientos y emociones desde distintos ángulos. Al exponer nuestras preocupaciones en voz alta, podemos discernir las posibilidades reales de las exageraciones que nublan nuestro pensamiento, y así encontrar la mejor manera de abordar el tema.

¿Cómo sacar el máximo provecho de hablar contigo mismo?

  • Intenta usar palabras positivas: la autocrítica es necesaria para el desarrollo, pero los insultos y un tono de voz grosero tendrán un impacto negativo en tu autoestima y tu motivación. Piensa en cómo te dirigirías a un amigo o un familiar y aplica esa misma amabilidad hacia ti misma.
  • Hazte preguntas: ver las cosas desde diferentes ángulos, pensar en otras perspectivas y buscar respuestas en los lugares más inesperados son formas de comprender las situaciones del día a día y establecer planes para decidir cuál será tu mejor siguiente paso.
  • Pon atención a tus emociones: no basta con decir las cosas en voz alta, sino que debes ahondar en el porqué de tus emociones, solo así podrás comprenderlas y hacer algo para cambiar las situaciones con las que no estás satisfecha.
  • Habla en tercera persona: aunque puede resultar extraño en un principio, hablar como si te estuvieras dirigiendo a alguien más puede tener un impacto mayor que usar la primera persona y puede hacer que te resulte más fácil creer en ti misma.

La próxima vez que alguien te diga que no deberías hablar sola o solo, hazle saber a esa persona que quizá debería intentarlo. Con tantos beneficios para la salud, es casi seguro que encontrará una buena razón para llenar el silencio con su propia voz de vez en cuando.

(Con información de Genial)

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