Por: Margarita Barrios
De ansiedad, desesperación y esfuerzo habló a este diario Gabriela González Domínguez, estudiante del instituto preuniversitario Saúl Delgado, en el Vedado capitalino, cuando le preguntamos por los exámenes de ingreso a la Educación Superior, realizados recientemente en todo el país.
“Fue bastante complejo, el tiempo parecía no correr, mucho estudio, tanto a través de la preparación ofrecida en la escuela como empleando las redes. No obstante, no se compara con la satisfacción posterior, con los resultados después del esfuerzo”, detalló.
Mario Lescay Perdomo, también estudiante de ese centro escolar, destacó la comunicación entre profesores y discípulos, tanto a nivel personal como a distancia, pues nosotros somos de los seres humanos que vivimos directamente los años más duros de la COVID-19.
“Salir del examen, revisar y ver que saliste bien, es un instrumento de crecimiento personal, pues más allá de los repasos, si uno no asume la tarea, nada saldrá bien, es compromiso, ahí está la clave”, dijo Camilo Cabrera Rodríguez, estudiante del instituto preuniversitario José Martí.
Como ellos, muchos alumnos que terminaron este año su 12mo. grado, realizaron los días 3, 6 y 12 de octubre las pruebas de ingreso a la educación superior, momento decisivo en la vida de los aspirantes a la universidad, pero en esta ocasión tuvo una connotación especial al tratarse del último año afectado directamente por la pandemia de la COVID-19.
Las cifras de la verdad
Este año se presentaron a los exámenes de ingreso 21 942 aspirantes, de ellos aprobaron los tres exámenes 11 063, lo que representa el 50,4 por ciento, resultado inferior en 8,9 puntos porcentuales con respecto al curso anterior, explicó René Sánchez Díaz, director de Ingreso y Ubicación Laboral del Ministerio de Educación Superior (MES).
Los aprobados por asignaturas fueron Matemática (52,7 por ciento), Español (92,1 por ciento) e Historia (76,4 por ciento). Estos resultados preliminares demuestran un decrecimiento con respecto al año anterior, cuando habían sido también más bajos, como se detalló este lunes en conferencia de prensa.
Con relación a los egresados de preuniversitario, Sánchez Díaz informó que de esa fuente se presentaron 19 393 estudiantes y aprobaron los tres exámenes el 50,8 por ciento, resultado también inferior en nueve puntos porcentuales con respecto al curso anterior, lo que se evidencia también en los resultados de las tres asignaturas examinadas.
—Hubo estudiantes que opinaron que el examen de Matemática estaba “muy fuerte”…
—Al conocer esas opiniones se realizó un estudio de inmediato sobre este instrumento y se comprobó que mantuvo la misma estructura que posee desde hace más de diez años, la cual es conocida por todos los aspirantes.
“Por otra parte, un grupo de expertos, algunos docentes y los tribunales, refirieron que el examen en cuestión respondió a los contenidos y objetivos que deben dominar los estudiantes, que estuvo bien elaborado, con un lenguaje claro y asequible, aunque pudo parecer largo y trabajoso. La clave se desglosó por elementos del conocimiento, lo que permitió que por cada acción que se desarrollara bien en cada pregunta se otorgaran puntos”.
Al indagar en el porqué de estos resultados, Sánchez Díaz puntualizó que, en un análisis preliminar, se considera que los presentados a los exámenes estuvieron sometidos al impacto de la pandemia de la COVID-19, desde 9no. hasta el 12mo. grado, lo que limitó sus habilidades para enfrentar este proceso. Además, tuvieron afectaciones en los calendarios y programas de estudio durante los tres años de bachillerato, destacó.
“En algunas provincias, un número significativo de alumnos no asistió a los repasos organizados. Además, el período que media entre la conclusión del 12mo. grado y la realización de las pruebas incluyó las vacaciones. También el conocimiento por parte de los jóvenes de no tener que aprobar estos exámenes para ingresar a la universidad los desmoviliza, y es un tema que tendremos que analizar”, subrayó.
Atención priorizada
Si bien los resultados de los estudiantes en sus exámenes de ingreso recaen en gran parte en su esfuerzo personal, es imposible obviar el papel de los docentes como herramienta de primera línea en la formación y preparación de sus alumnos. De eso está convencida Marilin Martínez Borrero, directora del instituto preuniversitario Lázaro Peña, del reparto Alamar, en Habana del Este.
Explicó que el 12mo. grado siempre ha sido un año priorizado, debido a su etapa de culminación de estudios y porque se realizan los exámenes de ingreso que marcan su futuro. “En esta ocasión, como siempre, los estudiantes recibieron repasos constantes de las tres asignaturas y asesorías especiales a los que tenían más dificultades”.
Aleski Rodríguez García, jefe de enseñanza del instituto preuniversitario José Martí, detalló lo complejo de mantener un proceso ameno, didáctico, donde los estudiantes se mantengan entusiasmados, regulando los niveles de dificultad en los repasos de manera paulatina, pero, al mismo tiempo, constante, en busca de su crecimiento en los contenidos.
Por su parte, el Director de Ingreso y Ubicación Laboral del MES expresó que “el recién concluido proceso de exámenes para el ingreso a la Educación Superior se realizó con una correcta organización, se pudo cumplir con una de las virtudes que distingue el acceso a la universidad cubana, por la cual los aspirantes realizan desde sus localidades los ejercicios para ordenar de manera transparente y rigurosa las plazas que se ofertan”.
Continúa el otorgamiento de carreras
Sánchez Díaz destacó que el proceso de otorgamiento de carreras y técnicos superiores aún no ha concluido. “Para el curso 2024 se incrementó el número de plazas en ambas formas de estudios, particularmente para el curso diurno existen 55 335, lo que representa alrededor de 2 000 más.
“Se ha mantenido para la distribución el principio del mejor derecho, por el cual primero se le otorgan a los aprobados, según un escalafón que considera sus notas de preuniversitario y las de los exámenes al 50 por ciento, posteriormente a los desaprobados y sucesivamente al resto de los aspirantes.
“Hasta el momento se han distribuido 25 205 plazas, de ellas 23 062 de carreras universitarias y 2 143 de técnico superior. Como puede comprobarse, existen opciones para todos los aspirantes”, comentó Sánchez Díaz.
También se refirió a que se inició un experimento en Pinar del Río, Villa Clara y Holguín, mediante el cual se está ejecutando una distribución de las plazas que prioriza las necesidades territoriales, lo cual beneficiará la demanda de fuerza de trabajo calificada de los municipios y la atención a los jóvenes con situaciones de vulnerabilidad.
“Podemos afirmar que, gracias al empeño del Estado cubano, aun en medio de difíciles condiciones, se logra desarrollar un satisfactorio proceso de ingreso, el cual está brindando oportunidades a todos los jóvenes cubanos de realizar estudios superiores”, enfatizó.
(Tomado de Juventud Rebelde)