La música unió las vidas de Dayamí Pérez Sánchez y Javier López Elías. Después, esa suerte de encontrarse, de saber que eran lo necesario el uno para el otro, conectó sus almas y vidas. Ahora, son dos seres que se aman y proyectan con letras y melodías cada uno de sus sentimientos.
Cuando Dayamí y Javier están en el escenario, o mejor dicho, el Dúo Iris, nace la magia. Hablamos de una conexión que se nota en sus miradas, o en la forma en que cantan y se cantan; en las letras que componen que son un reflejo de las cosas lindas.
Escriben a cuatro manos su lírica, su poesía, su manera particular de ver la vida.
“La música es la vía en la que mejor me expreso. Me ayuda a liberarme de todo lo que me agobia o preocupa. Tiene esa magia de cambiar el estado emocional en un segundo. No hay día en que no me siente a escucharla. Evoca imágenes, me hace recordar una parte de mi vida y desconecto por un momento de la realidad”, asegura Dayamí.
Para Javier, la música es todo. “Mi forma de vida. Sin ella no pudiese vivir con la paz con que lo hago”.
Como intérprete, Dayamí intenta trasmitir lo que siente porque para ella lo importante es ser siempre sincera. “Esa es la clave de una buena interpretación: ser uno mismo y que el mensaje llegue de la mejor manera posible”.
En la búsqueda de esa misma identidad han encontrado su lugar, uno junto a otro, en la música que hacen y en el mensaje que trasmiten. Si preguntas por el éxito, salen a relucir todos esos sueños que aún quedan por cumplir y metas por alcanzar. Dayamí agrega: “Tenemos mucho trabajo pendiente. Nunca se llega a alcanzar el éxito porque siempre se aspira a más”.
Javier tiene igual criterio: “El éxito es cumplir cada sueño que uno se propone y si lo logras ya estás obteniendo resultados. Querer ir mucho más allá también es un pensamiento exitoso. Admiro a muchas personas que son exitosas justamente porque siempre están soñando, desean más y luchan por llegar lejos. Otros creen que por tener éxito lo tienen todo y cambia su perspectiva personal. El egocentrismo no debería llegar nunca”.
-¿En qué momento se encuentra su carrera?
J: “Estamos en un momento de ascenso. De un tiempo a la fecha hemos recibido muy buenas noticias y oportunidades de participar en eventos donde nuestro pueblo, que es a quien nos debemos, nos puede escuchar y tener conocimiento de que existimos. Nos alegra muchísimo cuando las personas nos saludan con cariño y reconocen lo que somos: dos personas que están tratando de hacer la música que sueñan y sienten”.
D: “Si lleváramos 10 años cómo dúo, igual nos sentiríamos como si estuviésemos al inicio. Somos un proyecto avalado por una empresa hace muy poco tiempo. Podemos decir que nos hemos dado a conocer los últimos tres años. Lanzamos nuestro primer disco “Mi suerte”, y la aspiración es llevarlo a todo el país. Estamos en el inicio de nuestras carreras. Muy contentos con los resultados”.
-¿Qué significan los premios para el Dúo Iris?
D: “Son empujoncitos que te da vida para seguir cantando y haciendo canciones. Para continuar mostrando nuestro arte. Nunca hacemos música para ganar un premio. Si aparece se recibe con mucho cariño. Nos da orgullo y alegría. Sirve para superarse en las próximas metas que nos propongamos”.
J: “Tuvimos la dicha de mostrar en estos dos concursos música nuestra, canciones hechas por nosotros. Que nos oigan es el mayor regalo”.
-¿Cuán difícil ha sido llevar la vida personal junto a la profesional?
D: “Nos entendemos muy bien. Todo el tiempo estamos juntos y a la par con nuestra relación, andamos creando y pensando que pudiera hacerle bien a nuestro proyecto. Ideas que pueden aportar al desarrollo del Dúo Iris. Intentamos no mezclar una cosa con la otra, pero se hace demasiado difícil. Lo bueno es que nos llevamos bien y tenemos una buena comunicación”.
Desde la primera vez que Javier vio a Dayamí se sintió muy cómodo. “Nos conocimos haciendo música. Teníamos muchas cosas en común. La vi y sentí tranquilidad”.
“Nos gustaban los mismos géneros, compositores, formas de hacer la música. Me sentí muy realizada porque llevaba años estudiando fagot y dejé de lado al canto. Cuando conocí a Javi fue el momento de realizarme como cantante”.
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Para mayor fortuna, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, Egrem, apostó por su música y desde febrero Mi suerte es una realidad materializada en un disco.
“Es un álbum que esperamos durante muchos años, desde que éramos estudiantes. Además, lo hicimos con muchos amigos que nos apoyaron en todo este trayecto como Yoel Martínez, que fue el productor y nos dio ese empujón para hacer realidad este sueño. No imaginábamos tener un fonograma con la factura que tuvo ese producto final, con todos los artistas que participaron, el diseño tan bonito con el que salió”.
Cuando Dayamí escucha “Cinturón blanco” de Jorge Dexler, al momento piensa en Javier. “Este tema está incluido en su último disco Tinta y tiempo, un álbum lindísimo. El single habla de regresar a los inicios de una relación donde todo era perfecto para volver a cometer los mismos errores y pasar el mismo tiempo juntos”
“La canción que me recuerda a Dayamí la conocimos casi juntos. Es de la compositora catalana Judit Neddermann y se llama “Luna”.
Dayamí y Javier no quieren imaginarse un futuro uno sin el otro. “No sabemos hasta donde nos lleve la vida, pero intentaremos siempre estar juntos y defender nuestro proyecto a capa y espada”, comenta ella. Él se concentra en disfrutar de la vida y no pensar en rupturas o en la separación.
J: “Daya es mi compañía. Una luz que tengo todo el tiempo conmigo y me ilumina el camino.
D: “Javi es mi confidente, mi compañero de vida, de aventuras. Lo es todo. Sin él no sé qué sería de mí”.
El Dúo Iris, sobre todas las cosas, quiere que su música sea ese momento de paz que se necesita para comenzar el día o enajenarse de la realidad. “Deseamos que el público reciba nuestra música tal y como la hacemos: natural, sentida y sin ornamentos”.
-Tres palabras que definan al Dúo Iris…
J: “Amor, sinceridad y compromiso”
D: “Sacrificio, disfrute y complicidad”.