“Serpenteantes caminos y arroyos” en el siglo XIX atravesaban una parte del sur de la actual provincia de Sancti Spíritus ─según documentos de la época─, justo donde hoy se emplaza el municipio La Sierpe, constituido a inicios de la década de 1970.
Y así, como joven es el municipio, es parte de la gente que habita en él. Si bien esa juventud ha tenido una tendencia a la emigración, como en muchas zonas rurales de Cuba, un proyecto que toma a la cultura como estandarte llega para cambiar ese escenario.
“Dinamización sociocultural y participación juvenil (Sitispe) surge en mayo de 2018 a raíz de una visita que hacen al municipio representantes de los Ministerios de Cultura y Educación. En ese recorrido por todas nuestras instituciones culturales, aprecian lo desfavorecido que estaba el territorio por la fluctuación de la fuerza calificada”, cuenta a Cuba Joven Yamir Palmero Abstengo, coordinador del proyecto y director de Cultura y Arte de La Sierpe.
El objetivo macro de esta iniciativa, y a la que no renuncian estos espirituanos, es crear una banda de concierto integrada “por jóvenes que no tuvieron la oportunidad de estudiar música y desarrollar un talento que poseen”.
A la par, potencian la defensa de la historia, la salvaguarda de la identidad cultural y del trabajo con la artesanía y el guano. Además, pretenden rescatar la rica historia que hay en los Consejos Populares de El Jíbaro y Mapos. La finalidad de esas metas es resaltar elementos autóctonos de la localidad para que los jóvenes sientan orgullo de ser sierpenses.
Como es un proyecto inclusivo, otra de sus metas es brindarle oportunidades a personas con discapacidad para que se inserten en los talleres de artes plásticas y manualidades.
“Todos forman parte y tienen derecho a participar. Es una iniciativa que defiende la igualdad de género porque en el territorio está arraigada la cultura machista y lo que hacemos viene a desmitificar al hombre como la figura principal de la familia campesina”.
Según el líder de Sitispe, el grupo gestor está compuesto por aproximadamente 20 jóvenes de todos los sectores, desde educación, salud, ANAP, cultura, personal del Gobierno, de la FMC hasta la UJC.
De La Sierpe constantemente salían jóvenes en busca de otras oportunidades laborales, para mejorar sus condiciones de vida. Ahora, el panorama es diferente. “No eliminamos la migración porque es muy difícil hacerlo, pero sí logramos que esos jóvenes se enamoren de su tierra, de su espacio, de lo que están haciendo…”.
Yamir Palmero está consciente de que no puede haber desarrollo o un movimiento cultural si los jóvenes del territorio deciden buscar en otras latitudes o espacios la materialización de sus proyecciones como artistas.
“Había que enamorarlos para que se quedaran en su pueblo con un proyecto que los hiciera parte de algo importante; que se sintieran que transforman su realidad, adversa porque hasta ese entonces no existía un espacio propicio o el acceso a lugares que pudieran llenarlos culturalmente”.
Hoy no tienen que ir hasta Sancti Spíritus─ como es el caso de un joven trompetista que tienen insertado en su programación ─ a tocar en una banda de concierto o de rock. “Estaban pasando mucho trabajo y añoraban tener un espacio para ejercer su vocación. Con Sitispe se les da la oportunidad de materializar un sueño que quizás no iban a alcanzar”.
Esos jóvenes interesados en la música dan clases de solfeo; dos de ellos tienen una trompeta, otro una flauta y el cuarto, un saxofón. “Eso enriquece la vida del territorio y les ofrece oportunidades a personas que nunca pensaron que tendrían la oportunidad de convertirse en músico, y aunque no son profesionales, allanan el camino y forman parte de una programación cultural”.
Yamir Palmero recalca que los jóvenes que integran el proyecto están comprometidos con la transformación de La Sierpe.
“Es difícil no ver como algo positivo que quieran defender su tierra, su espacio; que deseen demostrar que la cultura local tiene sus talentos, creadores, personajes que defienden la cultura…”.
Para ponderar el patrimonio local realizan concursos, talleres e insertan profesores de historia en el proyecto. “Hemos inculcado en las nuevas generaciones, en las escuelas principalmente, el amor por el patrimonio local. En La noche sierpense─ una de las actividades que hacemos con frecuencia─ se enfatiza en la defensa de la identidad, de lo propio, de lo autóctono, de esa idea de que mi pedacito es lo que me hace diferente, sin dejar a un lado la cubanía. Realizamos actividades en los lugares donde están las tarjas, los patrimonios, con la intención de mostrar la importancia de la historia”.
Sobre La noche sierpense, el director de Cultura y Arte del municipio, cuenta que se organizan desde el proyecto en un CDR determinado. “Se buscan a todas las personas que quieran bailar o contar una anécdota. Se hacen exposiciones de objetos antiguos de las familias. La actividad cultural parte del talento de cada lugar”.
Además, se proyectan videos, se hacen historias de vida, se selecciona la persona más importante de la zona, con la que todos se identifican.
“Otra de las actividades que tiene su sello es La noche de la tecnología, iniciativa de uno de los jóvenes del proyecto. En el portal de la Casa de Cultura se reúnen muchachos con sus laptops en mano y establecen un sistema de juego. Todo el mundo visualiza lo que están haciendo”.
Desde que Sitispe llegó a ese municipio de Sancti Spíritus, la programación cultural ha renacido. “Cada vez llevamos el proyecto a determinado barrio, las personas lo esperan y se motivan a ser parte, como sujetos pasivos y activos, de la actividad cultural.
“Gracias al proyecto, la Casa de Cultura cuenta con un equipamiento de primer nivel. Se han creado mejores condiciones de vida y de trabajo en el sector de la cultura y, por supuesto, eso se refleja en un mejor resultado. Todo ese movimiento enriquece a la localidad. En La Sierpe se respira cultura”.