Todo lo que toca la mano de Ernesto Blanco, sin importar el género musical, o que sea más tradicional o contemporáneo, desborda cubanía. Esa apuesta a ha sido a propósito y es un sello que ha defendido desde que inició su carrera profesional en el 2001.
Ahora, de la mano de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, Egrem, Ernesto repite la fórmula que lo ha llevado hasta donde está hoy. “La idea del fonograma Lo que traigo surgió de la necesidad que sentía de lanzar un nuevo disco. Mi última producción de estudio, Viajero más, la lancé en el 2018 y desde entonces habían pasado muchas cosas”, cuenta a Cuba Joven.
Es común que los artistas sientan la necesidad de seguir creando y compartiendo su música, y en esa búsqueda, cuentan con un equipo de trabajo y personas cercanas que los apoyan y motivan. Lo que traigo es una muestra de la pasión y el talento del músico, que ha trabajado duro para llevar su arte a un nuevo nivel y seguir conectando con su público.
“Este álbum fue concebido durante los peores meses de la pandemia, en un tiempo en el que todos estábamos recluidos en casa. Aproveché ese impass para escribir mucha música y sobrellevar la oscuridad que se vivía”.
En cuanto a la narrativa del disco, el artista se inspira en su origen cubano y en la mezcla de culturas que representa la música de la mayor de las Antillas. “Represento eso en mi música, mezclo lo más tradicional de la cultura cubana con lo más internacional o lo que está sonando en el momento”.
Ernesto ha sido influenciado por diversos géneros musicales, como el rock, la música electrónica, el funk, el jazz, la música tradicional cubana, el chachachá y los cantos afrocubanos.
En cuanto a las letras del disco, dice que se enfoca en escribir canciones de amor en toda la extensión de la palabra, expresando sus sentimientos y emociones a través de la música.
Lo que traigo es el cuarto disco de estudio de Ernesto Blanco y como en los anteriores, refleja en las letras lo que está viviendo, leyendo, las películas que está viendo o las personas con las que se está relacionando.
“En este álbum en particular siento que ha logrado subir un escalón más en cuanto a mi desempeño musical, gracias a la experiencia y al estudio que ha acumulado a lo largo de los años”.
Una de las características principales de este álbum es la mezcla de géneros que Ernesto Blanco logra, encontrando la fusión perfecta entre géneros que aparentemente no tienen nada que ver entre sí. Por ejemplo, hay una colaboración con el grupo de Compay Segundo, que se integra con éxito en el álbum, a pesar de que Blanco es un artista enfocado en el pop rock.
Este músico se compara con un cocinero que va utilizando los ingredientes sin que se le vaya la mano en ninguno, y en este sentido, está muy satisfecho con la coherencia entre los distintos géneros que ha logrado en este fonograma.
La elección del repertorio es un proceso vital en la producción de un disco, añade. En el caso de este álbum, se reúne un gran número de temas y se empiezan a hacer los arreglos.
“Elegir las canciones es un trabajo en equipo en el que se escuchan otras opiniones y se busca encontrar una coherencia entre todos los temas. Se eligen aquellos que tienen más sustancia y que encajan mejor con el estilo del artista y la narrativa del disco”, explica.
En el proceso de creación de este álbum, Ernesto Blanco tocó la mayoría de los instrumentos, incluyendo la guitarra, el bajo, los teclados, la batería y los samplers. También se encargó de los arreglos musicales y de la producción del disco, aunque contó con la colaboración del coproductor Eddy Cardoza.
Además de su banda, el álbum cuenta con varias colaboraciones de artistas invitados, entre los que se encuentran el grupo Compay Segundo, la Reyna y la Real, dos exponentes del hip hop, la banda de Marciel y Kristina Miranda, JBarrioz y el maestro Jorge Luis Chicoy, una institución de la guitarra eléctrica en Cuba. Estas colaboraciones se integran en el álbum y reflejan los puntos de contacto culturales que el artista busca explorar.
“Mi mayor satisfacción es encontrar personas en la calle que celebren mi trabajo y que se identifiquen con mi música. Aunque recibo reconocimientos y premios, el mayor agasajo es el amor que me brinda el público”.
Al definir su trabajo musical, Ernesto Blanco se describe como un artista inmerso en un momento complejo, dedicado a la música y al arte desde su infancia. Se considera un eterno estudiante, disfruta del proceso de creación y de las giras, y valora el contacto con la gente y cómo perciben su arte.
En cuanto al momento en que se encuentra su carrera, señala que se siente en un pico muy alto, “afortunado de haber lanzado un álbum sólido después de la pandemia y de haber colaborado con artistas de alto calibre en los últimos seis años”. Sin embargo, no considera que haya llegado a la cima de su carrera, ya que sigue habiendo mucho por lograr y vivir.
¿Quien es Ernesto Blanco?
Ernesto Blanco es un reconocido músico y compositor cubano, nacido en La Habana. Es conocido por su habilidad en la guitarra y su estilo musical, que fusiona elementos de la música clásica, el jazz, el rock y la música tradicional cubana.
Comenzó su carrera musical en la Escuela Nacional de Arte (ENA) de La Habana, donde se graduó en guitarra clásica en 1998. Posteriormente, estudió en el Conservatorio Amadeo Roldán, también en La Habana, donde profundizó en su formación musical.
Desde entonces, ha participado en numerosos festivales y conciertos en Cuba y en el extranjero, compartiendo escenario con artistas de renombre como Chucho Valdés, Omara Portuondo, Eliades Ochoa, entre otros. También ha colaborado con músicos de distintos géneros, como el hip hop, el pop y el rock, lo que ha enriquecido su estilo.
Además de su carrera musical, Ernesto Blanco es un defensor de la cultura cubana y ha trabajado como profesor de guitarra en la ENA y el Instituto Superior de Arte de La Habana. También ha participado en proyectos sociales y comunitarios, llevando la música y la cultura a diferentes comunidades y escuelas de Cuba.
