noviembre 22, 2024
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Cuando un hobby se transforma en solución

Por: Arnaldo Mirabal Hernández

Li Anthony Gómez Gonzáles no se cree un genio de la electrónica, tampoco acostumbra elevarse sobre sus amplios conocimientos para mirar desde las alturas al resto de los mortales. Pero quien entable un conversación con este adolescente de 16 años sí percibirá que sus motivaciones difieren mucho de las de los muchachos de su edad.

Bastaría verle afanoso y concentrado en su hobby preferido, para entender la singularidad de este muchacho quien con apenas 10 años ya era capaz de arreglar los equipos electrodomésticos de casa, y solucionar las averías de la red eléctrica.

Su inteligencia asombrará a muchos pero nunca a su madre, quien siempre rememora las palabras premonitorias de una enfermera durante el ultrasonido. Algo llamó su atención de aquella imagen borrosa que emitía el monitor ante la que exclamó: “¡Este niño será muy inteligente!”, cuando Li no era más que un embrión. 

Y la enfermera acertó, porque a los pocos años el bebé ya se interesaba por los pasatiempos que exigían un intenso esfuerzo mental, como los juegos de lego donde armaba complejas estructuras.

Su curiosidad le motivó a desarmar muchos de sus juguetes para conocer su funcionamiento, y rearmarlos después para asombro de su familia.

Fue así que su madre accedió al extraño pedido de su hijo, que más que ropa y zapatos a la moda, le suplicó por herramientas útiles para su afición de “arréglalotodo”.

De esa forma obtuvo su primer cautín, un voltímetro y un destornillador. Con ese kit fue expandiendo su labor de reparador y saciando su curiosidad por conocer el funcionamiento de los equipos. Un buen día, le reparó el ventilador a su abuela; luego se atrevió con una arrocera, y más tarde con la máquina de coser de su madre. Desde entonces, en su casa no necesitan acudir a un taller de reparaciones.

Afirma Li Anthony que el microwave es de los equipos más difíciles, mas, se atreve a revisarlo cuando sufre algún desperfecto y siempre consigue solucionarlo. 

Con el paso del tiempo, el muchacho comprendió que lo suyo era la electrónica, pero para profundizar en este campo del conocimiento debería matricularse en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Karl Marx.

Una vez en el prestigioso centro de estudio, escuchó hablar de la Programación Competitiva, deporte mental donde los participantes resuelven problemas de computación en el menor tiempo posible y bajo ciertas restricciones.

Así como de niño tuvo ayuda y orientación de su padre electricista cuando algún equipo se le “resistía” y no hallaba una solución a la rotura, en el IPVCE Karl Marx también contó con la guía de sus profesores de programación.

Pero en los últimos meses el adolescente ha asumido un proyecto que podría causar un impacto positivo y trascendental en el sistema.

Un buen día al ver las dificultades que su padrastro y su madre pasaban a la hora de recopilar los datos necesarios para la actualización del Programa Materno Infantil, el joven decidió diseñar un programa que facilitara el proceso.

Fue así como poco a poco fue creando una aplicación amigable y sencilla, donde los galenos podrán ingresar los datos necesarios para tener un control estricto de cada gestante del área de Salud.

Entre las tantas ventajas de su propuesta, los especialistas de Salud podrían ingresar cada nueva embarazada en el sistema en tiempo real, así como otras informaciones que facilitarían el trabajo y la atención médica a este sector priorizado del Programa Materno Infantil. 

En la actualidad, el trabajo resulta engorroso por las numerosas tablas y campos a llenar, algo que cambiarían radicalmente de emplearse la propuesta de Li Anthony. 

Para el desarrollo de esta aplicación y el empleo de la terminología científica, lo han apoyado su padrastro y su madre, quienes asumen diferentes responsabilidades en el Sistema de Salud de la ciudad de Matanzas. Por ello, se le puede escuchar hablar con cierto dominio de términos como puérperas o transicional.

En las últimas semanas el tiempo parece conspirar contra él. Entre el estudio de sus materias escolares y la responsabilidad de culminar el sistema de gestión de datos a tiempo para su presentación y futura implementación, siente como si los días fueran demasiado cortos. A ello se suman los molestos apagones que provocan largas pausas en el proyecto.

Pero su determinación es tal que, dentro de muy poco, logrará culminar la aplicación que sin duda también llenará de asombro a quienes le rodean, por esa genialidad que enmascara gracias a su sencillez. 

(Tomado de Girón)

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