diciembre 23, 2025
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Confirmado por Cambridge: tu cerebro madura a los 32

Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge revela que el cerebro humano se desarrolla en cinco fases distintas, con un período de “adolescencia” que se extiende hasta los 32 años. Este descubrimiento, basado en miles de resonancias magnéticas, desafía las ideas preconcebidas sobre la madurez cerebral y ofrece una mejor explicación de los picos cognitivos y las vulnerabilidades.

Las 5 fases del desarrollo del cerebro

El análisis de 3 802 resonancias magnéticas de personas de 0 a 90 años revela cuatro puntos de inflexión importantes a los 9, 32, 66 y 83 años, que definen cinco períodos distintos.

  • 0 a 9 años: fase infantil → consolidación de la sinapsis y rápido crecimiento de materia gris y blanca.
  • 9 a 32 años: período único de la adolescencia → aumento de la eficiencia neuronal y máximo rendimiento cognitivo alrededor de los 30 años.
  • 32 a 66 años: adulto estable → compartimentación cerebral y estancamiento en inteligencia y personalidad.
  • 66 años: reorganización y deterioro → mayor riesgo de hipertensión o demencia.
  • 83 años en adelante: deterioro acelerado → menor conectividad cerebral.

¿Por qué la adolescencia dura hasta los 32 años?

En esta fase se produce el engrosamiento de la sustancia blanca, optimizando las redes de comunicación entre regiones cerebrales. Aunque comienza con la pubertad, termina mucho después, marcando el fin de la reestructuración adolescente. Esto explica por qué ciertos trastornos mentales aparecen en edades específicas.

Implicaciones para la salud y el envejecimiento

Estas fases ayudan a anticipar vulnerabilidades y muestran que el cerebro se remodela constantemente según la experiencia. Los puntos de inflexión se relacionan con hitos vitales como la paternidad o el deterioro cognitivo, lo que exige enfoques preventivos personalizados.

En conclusión, la maduración cerebral se extiende hasta los 30 y más allá, influyendo en nuestras capacidades, comportamiento y vulnerabilidades. El estudio recuerda que el cerebro es un órgano en constante transformación, sensible a las experiencias de la vida. Reconocer esta plasticidad permite un apoyo más adaptado en cada etapa y una comprensión más matizada de lo que significa convertirse en adulto.

(Con información de agencias)

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