noviembre 22, 2024
Historias

Belleza, cirugías y tratamientos estéticos: ¿Hacer las paces con el espejo? (II y final)

Hace siete años Mariana* se hizo una liposucción. El resultado inmediato fue un mes con dolores y tres usando faja. Con los sacrificios y el tiempo, se suponía que estuviera satisfecha. Pero no fue el caso.

“El abdomen me quedó flácido, y aún estoy haciendo tratamientos corporales para lograr tonificarlo. También me dejaron una masa en la espalda que, al parecer, no trataron muy bien”.

Mariana* no está en contra de las cirugías estéticas, a fin de cuentas, es algo muy practicado y hasta bien visto en el mundo; pero recomienda elegir bien el hospital y el médico encargado de tan compleja misión.

Como cree en segundas oportunidades, ahora busca otra institución donde realizarse la cirugía nuevamente y corregir las imperfecciones de la primera vez.

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De acuerdo con el estudio “Cirugía plástica y reconstructiva en el hospital Hermanos Ameijeiras”, publicado en el sitio web de esa institución, de las operaciones desarrolladas en el centro en entre enero de 2016 y octubre de 2019, la mastoplastia de aumento con implantes fue la cirugía más realizada (24%), seguida por la abdominoplastia (23.5%) y la liposucción abdominal (15.7%), en sintonía con las tendencias internacionales.

Según el texto, en esas intervenciones “predominaron las pacientes de sexo femenino, entre 19 y 39 años; y con complicaciones en la región abdominal y glútea, con 43% cada una”.

Entre la información online más relevante sobre la cirugía estética en Cuba, destaca la destinada al turismo de salud, que combina la atención médica y la recuperación con programas vacacionales y de descanso en el país.

En el sitio web de la Clínica Estética Internacional del Hospital Hermanos Ameijeiras destaca que se incluyen en el tratamiento la evaluación de especialidades como medicina interna, dermatología, ortopedia, endocrinología, psicoterapia, atención especializada al dolor, entre otras, de acuerdo con las necesidades del paciente.

Si de precios a servicios de turismo de salud se trata, en la página Cubandehealth varían desde 750 USD por intervenciones como la minilipoaspiración (aspiración mínima de la grasa de las caderas); hasta 3 640 USD por una mastoplastia aumentativa (aumento del volumen de las mamas mediante prótesis).

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Dentro de las cirugías plásticas se incluyen las estéticas y las reconstructivas, explica a Cuba Joven el doctor Pavel Reyes Rodríguez, jefe de Servicios de Cirugía Plástica del Instituto de Oncología y Radiobiología. “En el mundo, el cirujano plástico se forma como reconstructivo, que es la madre de la cirugía plástica. La estética son técnicas reconstructivas por accidentes, cáncer, entre otras, aplicada a un paciente ‘aparentemente’ sano”·.

Sobre el procedimiento que debe seguir un paciente para acceder a estos servicios en Cuba, el especialista cuenta que, en teoría, si una persona tiene una inconformidad con alguna parte de su cuerpo, debe ir al médico de familia, quien lo remite a un centro que cuente con un servicio de cirugía plástica.

“Hace unos años se reorganizó la cirugía plástica en La Habana y dependiendo de la dirección del paciente se le asigna un hospital. La realidad es que generalmente buscan a los médicos por referencias de amigos o familiares y coordinan la consulta para operarse”, agrega.

Los hospitales que tienen servicios de cirugía plástica son el Miguel Enrique, el Calixto García, el Hermanos Ameijeiras, el Pediátrico de Marianao y el Instituto Oncológico.

“Por la situación actual del país se están haciendo muy pocas cirugías estéticas pues este servicio lleva recursos. Se están tratando solo casos excepcionales. No estamos haciendo ni el 10% de las cirugías que hacíamos antes de la covid-19”, refiere Reyes Rodríguez.  Por ejemplo, si un paciente tiene un accidente y necesita una reconstrucción, se remite hacia un hospital donde se hagan cirugías estéticas.

Toda cirugía tiene riesgos −añade−sin embargo, en el caso de la cirugía plástica existe algo llamado criterio de selección, en donde los doctores deciden si operar o no al paciente. “Para esa decisión intervienen criterios desde el punto de vista psicológico, físico y social. La planificación del paciente también juega un papel fundamental. No seleccionar bien al paciente puede traer graves consecuencias”.

Por otro lado, el seguimiento al paciente depende del tipo de cirugía y su complejidad. “En cada caso es totalmente diferente. El proceso de cicatrización dura de uno a dos años. En el caso de las prótesis mamarias, cada dos años hay que hacer un seguimiento y una resonancia magnética nuclear porque es la que dice si el implante está bien”.

Sobre el apoyo que brinda el Minsap a esta área, el cirujano reconoce que los ayudan en la medida de las posibilidades, pero que la mayoría de los recursos se destinan a otras ramas prioritarias. “A pesar la situación económica, el Minsap es quien abastece las prótesis, que en el mundo tienen precios desde 500 a 1 000 dólares”.

Sin embargo, en el trabajo de Juventud Rebelde “Cirugía plástica en Cuba: ¿Juventud y belleza a toda costa?”, el doctor Ariel C. Prada comentaba que existen procederes en los que se utilizan materiales aloplásticos (implantes mamarios, glúteos, etc.), que en el caso de la cirugía estética deben ser adquiridos por la propia paciente, teniendo antes la indicación de su modelo y volumen, por el cirujano plástico.

La salud pública en Cuba es gratuita y eso no excluye a las cirugías estéticas, insiste el especialista Reyes Rodríguez. “Todo aquel que no realice este servicio gratuito está incumpliendo con la ley y será sancionado desde el punto de vista penal”.

Al respecto, este equipo de trabajo conoció sobre el desarrollo de cirugías estéticas clandestinas en algunas instituciones.

En julio pasado, hace apenas tres meses, Daniela* se hizo una liposucción “encubierta” en un hospital habanero. Además de pagar casi 1 000 USD por la cirugía, debió comprar las fajas y costear servicios de drenaje linfático posteriores a la operación.

“El doctor te puede citar y verte, pero casi todas las consultas, dudas o inquietudes son por WhatsApp”, comenta.

Aunque su médico le dijo que 15 días después de la cirugía podría retomar sus actividades cotidianas, tardó más de un mes para incorporarse al trabajo, porque la anestesia le dejó secuelas de dolor, vómitos y mareos.

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Las cirugías estéticas son métodos muy invasivos para “conservar la buena apariencia”, pero otras técnicas, al parecer más inofensivas, también pueden suponer grandes riesgos.

Los crecientes establecimientos de belleza en Cuba ofrecen servicios como la microdermoabrasión, vacumterapia, tratamientos con radiofrecuencia y ultrasonido, corriente galvánica, inyección de bótox, micropigmentación, entre otros, por precios astronómicos en su mayoría.

Pero el método más preocupante es la inyección de sustancias artificiales no biodegradables en glúteos, rostro, brazos, senos y otras zonas del cuerpo.

La doctora Alicia María Tamayo, especialista de II grado en Cirugía Plástica y Caumatología, afirmó a Juventud Rebelde en el trabajo “Para que el relleno no termine en vacíos” que todas las personas sometidas a esos procederes sufrirán secuelas, en grado ligero o con grave peligro para sus vidas.

“Pueden demorar seis meses o 25 años. No hay certeza de cuándo va a reaccionar el sistema inmunológico, pero lo hará, y, como el producto ya estará diseminado por el tejido circundante o desplazado hacia otras zonas, no hay forma de extraerlo sin dejar huellas irreparables”, alertaba.

Desde fechas lejanas como el año 1899 se comenzó a experimentar con la parafina. Luego, a lo largo del siglo XX se incorporaron nuevas sustancias, que resultaron ser peligrosas estafas, como la vaselina, la silicona líquida, el aceite mineral o vegetal, los triturados vegetales, colágenos y biopolímeros.

Los únicos adyuvantes artificiales aceptados hoy, aún con reservas, son el ácido hialurónico (presente en el colágeno natural) y la toxina botulínica, veneno generado por la bacteria Clostridium botulinum, responsable de la intoxicación alimentaria conocida como botulismo. En ambos casos, no se recomienda aplicar más de 10 centímetros cúbicos (cc), porque el cuerpo puede rechazarlas y producir ulceraciones, explicaba el artículo de Juventud Rebelde.

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Los tratamientos de belleza, tanto cirugías estéticas como inyecciones para aumentar el volumen en ciertas zonas del cuerpo, son por lo general bien vistos en un mundo negado a envejecer. ¿Cómo van a estar mal los retoques, si se los han hecho Shakira, Thalía, Cher, Ricky Martin, y tantos otros que parecen detenidos en el tiempo?

Pero ahí está la clave: parecer, aparentar, simular. ¿Qué tal si cambias ese enfoque y empiezas a valorarte con tus luces y sombras? No están mal las cirugías per se, está mal que sean tu boleto a la plenitud.

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