noviembre 22, 2024
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Arianna y Deylis, la historia de una amistad y dos emprendimientos

Arianna y Deylis, la historia de una amistad y dos emprendimientos

Por: Arleen Dianet Matamoros Morales, estudiante de Periodismo

Deylis Rodríguez Sabido y Arianna Talavera Álvarez se conocieron hace unos meses. Por medio de las redes sociales comenzaron una relación de amistad que hoy sustenta la unión de dos emprendimientos, Ponte las pilas y El hilo de Arianna. 

“Cuando empecé con El hilo de Arianna, mi idea era hacer una tienda para vender accesorios, pero también las cosas de otras personas. Vi los jabones de Deylis en Facebook y entré en contacto con ella porque me interesaba lo que hacía. Desde entonces, cada vez que se presenta la oportunidad de ir a ferias de emprendedoras, vamos juntas”.

Para ambas existe una palabra que puede materializar los más alocados intentos por iniciar un negocio: el apoyo, sobre todo el incondicional, ese que solo saben dar la familia o los amigos más cercanos. Arianna cuenta cómo el primer día que comenzó a vender en la expoventa más de 10 de sus amistades asistieron al local. Deylis insiste en la importancia de la cooperación familiar.

Ponte las pilas

Organizadores, velas aromáticas, mascarillas exfoliantes, bálsamos hidratantes y jabones son algunos de los productos que expende el emprendimiento Ponte las pilas. La idea de comenzar un proyecto que potenciara el reciclaje y el uso de componentes naturales surgió en medio de la pandemia de covid-19. 

Deylis, estudiante de Arte y Diseño, en la etapa de aislamiento físico dedicaba su tiempo libre a la pintura, pero necesitaba una fuente de ingresos. “Mi padre siempre me ha apoyado, y me dijo: ‘Nena, ponte las pilas’. Aquel momento era el boom de los organizadores, así que con recortería de bastidores y lienzos, algunas cartulinas y pinturas, comencé la creación de cajitas organizadoras”. 

 

 
 
 
 
 
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Ella siente atracción por la cosmética natural desde pequeña. Su madre, dermatóloga de profesión, la ayudaba a preparar remedios para aliviar el acné y cuidar su piel. “Tengo la cara muy grasa y, si no me cuido, el acné se me descontrola, esa fue una de las motivaciones para adentrarme en el mundo de la cosmética natural. No tenía la intención de comercializar los jabones, pero mis amistades me preguntaban qué estaba haciendo porque notaban un cambio, y decidí ayudar entonces a personas con quizás el mismo problema que yo”.

“Cada vez que voy a sacar un producto nuevo, me tomo mínimo un mes para comprobar el tiempo de caducidad, el nivel de acidez y evaluar su efectividad. Por suerte tenía el filtro de mi mamá, quien me decía qué era verídico o no de la información que encontraba en internet. Empezamos con los jabones, la base y la glicerina la importaba y le incorporaba los componentes activos, algunas plantas que tenía en la casa, las ponía a secar y las adicionaba”, comentó Rodríguez Sabido.

Luego nació la idea de incorporar velas aromáticas al catálogo. Deylis relata que demoró en comenzar la producción pues la parafina, como derivado del petróleo, no encajaba con el concepto de sostenibilidad y ecología del proyecto; por ello decidió esperar hasta conseguir la cera de abejas, que, junto con los aceites aromáticos no tóxicos, con certificación para cosmética y para velas, lograban productos únicos y originales. 

El hilo de Arianna

Ella tiene 24 años, pero no los aparenta. Su ánimo es tal cual una persona que acaba de llegar al mundo, con ganas de comérselo, de avanzar, de lograr sus propósitos. Sus amistades fueron las primeras en disfrutar del talento de las manos de Arianna Talavera Álvarez. Con su hilo hacía accesorios por pura diversión, no fue hasta hace cerca de dos años que comenzó a venderlos. 

Cuando decidió emprender con sus manualidades, tuvo que pedir la ayuda de sus padres, relata mientras, distraída, ensarta perlitas plateadas en un hilo translúcido, que minutos después darán vida a un pulso. “Prácticamente me estuvieron manteniendo por seis meses”. 

Entre collares multicolores, portaespejuelos de diseños únicos y montones de hilos, al inicio resultó difícil adecuar sus diseños a las peticiones de los clientes, porque limitaba un poco su capacidad creativa; “prefiero crear y que la gente compre mis diseños”, afirma. 

De mente muy despierta, Arianna siempre tiene alguna idea para su próximo proyecto. Cada artículo representa para ella una parte importante de su imaginario, de su forma de ver la vida, trata de mezclar practicidad y estética en los nuevos diseños. 

Ferias de emprendedoras

Las redes sociales fueron las principales aliadas de Deylis y Arianna para promocionar y vender sus productos. Sin embargo, precisaban un espacio físico donde exhibirlos y que los clientes pudieran verlos y comprobar la calidad, un lugar que las personas pudieran identificar como “suyo”. Fue entonces que surgió la idea de realizar expoventas. 

Arianna refiere que en La Habana resulta común la unión de varios emprendimientos para realizar una feria, y ella quería lograr eso en Matanzas. 

Un amigo le sugirió hablar con Jesús Alberto Mederos Martínez, el artista de la plástica, pues su Galería-Taller sería el local ideal para unir a las creadoras matanceras. Mederos accedió a brindárselo de manera gratuita, y comenzaron algunos fines de semanas al mes a vender en las cercanías del río San Juan. 

“Creo que estamos en un momento clave en el país donde tenemos que empujar para adelante a los jóvenes, trabajar con ellos. Me parece muy provechoso tener proyectos como este, abrazarlos, que se unan en este proyecto que es la Galería-Taller Mederos, y que también nutran el proyecto Aún estamos a tiempo”, afirmó Mederos Martínez.

Aún estamos a tiempo nació con la idea de ayudar a los niños, fomentar en ellos diversos valores y entretenerlos. Desde la plástica, mediante actividades didácticas, Mederos persigue además inculcar el amor a la Patria y a sus héroes. La Expoventa de Emprendedoras aumentó entonces el diapasón de dicho proyecto.

A la Universidad de Matanzas y a la Universidad de Ciencias Médicas se trasladan de vez en cuando para realizar expoferias y recientemente se vincularon con el Proyecto de Desarrollo Local Armonía, quienes realizaron una exhibición en el Pabellón Cuba en La Habana, con la cooperación de más de cien emprendimientos cubanos. 

“Cuando hay ferias en dos lugares a la vez compartimos el trabajo, yo vendo sus cosas junto a las mías y viceversa, porque pasamos tanto tiempo juntas que conozco su trabajo a la perfección”, afirma Arianna.

Gracias a la amistad entre las dos jóvenes y su empeño por salir adelante, Ponte las Pilas y El hilo de Arianna cuentan con un local en la Calle del Medio, entre Matanzas y Jovellanos. Luego de cerca de dos años, sus emprendimientos se consolidan por su estilo propio y la originalidad que impregnan en todo producto. 

(Tomado de periódico Girón)

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