noviembre 22, 2024
Historias

Millenials y centennials: Parecidos, pero no iguales

Criadas por la misma familia, bajo el mismo techo y con los mismos valores, mi prima Ana y yo no podemos ser más diferentes. Gustos, prioridades y proyección ante la vida. Yo, idealista, melancólica, y añadiría ella que con “cosas de gente vieja” como aún tener una cuenta en Facebook y compartir fotos tomando café. Ana no pierde tiempo. Pragmática, concisa y resolutiva. Lo que quiere va y lo consigue. Cuando está de acuerdo en una conversación de WhatsApp responde “X2” y su foto de perfil de Instagram varía entre un gato con sombrero y gafas y algún personaje de la serie o película que esté viendo en ese momento.

Como ella son mis alumnos de la Facultad, de quienes me separan incluso menos años. Gustos, proyecciones, intereses… Son más irreverentes y tecnológicos, aunque, a pesar de tener mayor acceso a la información son más dependientes de los profesores. Les gustan los memes, las mismas películas y series que a mí. Sin embargo, ven y experimentan la vida a través de otro lente, mejor dicho, a través de las pequeñas pantallas. Fotos con filtros, boomerangs, indirectas en las historias, letras de canciones, reels y coreografías de TikTok. A mí me encantan las redes sociales, pero no les puedo seguir el ritmo.

Si te encuentras entre finales de tus veinte y los cuarenta; supongamos que tienes 29 ¿no te has fijado que te identificas más con una persona de 35 que con alguien de 23? ¿Que ya no explicas tanto de tecnología y redes como que te la explican a ti? ¿Que las nuevas tendencias de la moda te parecen un refrito de tu infancia y adolescencia? Si te acuerdas de la serie One Three Hill, cantaste con RBD, alquilabas las novelas y películas en DVD, y en el caso de los hombres, aún te peinas con gel, emulando sofisticada y discretamente lo que en otrora fueron “tus pinchos” (los que tienen pelo aún), no te sientas mal, no te estás poniendo viejo, eres un millenial.

Millenials y centennials: parecidos, pero no iguales

Históricamente cada generación ha vivido signada por los rasgos y retos de su época. Actualmente, la juventud (entiéndase las personas en edades de entre 18 y 40 años) está compuesta por dos grupos: los millenials (Generación Y) y los centennials (Generación Z). Las fechas exactas que enmarcan a una generación y otra varían en las voces e investigaciones de los distintos sociólogos y demás estudiosos de las ciencias sociales. Aquí tomamos la tecnología digital como el factor trascendental que enlaza a un colectivo etario con otro.

Los “Y” son los últimos migrantes digitales; es decir, nacieron o eran niños cuando surgió Internet al final de los años noventa y crecieron a la par de este y las TICs. Gran parte de esta generación también vivió los últimos años de la Guerra Fría y experimentó el antes y el después de la desaparición de la Unión Soviética. En el caso particular de Cuba, son los llamados “niños e hijos del Período Especial”.

Mientras que los “Z” son los verdaderos nativos digitales. Tienen una fuerte relación de dependencia con la tecnología. A pesar de que más tarde que temprano todas las generaciones han tenido que migrar hacia el mundo digital, en el caso de los centennials la asumen como parte de su identidad, una proyección de sí mismos y la vía natural que conocen para comunicarse, informarse, relacionarse, entretenerse y defender sus intereses.

Luke, yo soy tu padre…

La segunda mediación que diferencia a una generación respecto a otra son los padres. Los millenials, en su gran mayoría son hijos de los últimos Baby Boomers (nacidos en la segunda mitad de la década de 1960), que a su vez son hijos de los jóvenes que tuvieron que rehacer las economías tras la II Segunda Guerra Mundial. Se llaman a sí debido a la explosión de natalidad a raíz de la estabilidad económica que alcanzaron, en gran medida, las potencias europeas y Estados Unidos en la postguerra; y en el caso de Cuba, las conquistas de la naciente Revolución.

Crecieron escuchando los horrores de la contienda bélica, el sacrificio posterior para reconstruir el mundo de Guerra Fría, y fueron influenciados por el ascenso de la contracultura, las revoluciones socialistas, los movimientos de liberación nacional en Asia y África, la Guerra en Vietnam, la defensa por los derechos civiles, el antirracismo y la segunda ola del feminismo.

Los boomers constituyeron la generación hasta entonces con mayor acceso a la educación superior, ofertas profesionales y fuentes de ingreso estables a las que no tuvieron sus antepasados. Por lo que criaron a sus hijos con ciertas comodidades que ellos no tuvieron; haciéndoles más fácil el camino para que solo tuvieran que enfocarse en los estudios. También les heredaron (directa o indirectamente) los valores, la creatividad y la defensa de las causas justas que define en gran medida a los millenials.

Por otro lado, los centennials son hijos de las Generación X, los niños de los setenta y ochenta. El aumento de la tasa de divorcio y la masiva incorporación de la mujer al mundo laboral marcó a estos jóvenes como la Generación de la Llave por la libertad y la poca supervisión adulta que tuvieron; al punto de que fue considerada una generación cínica, irreverente y poco convencional. También estuvieron influenciados por la expansión y gran alcance de la televisión, la música pop, el grunge y el nacimiento del hip hop.

En la vida adulta se caracterizó por ser una generación con tendencia al mundo empresarial, tecnológico y la economía, pero que equipara a la responsabilidad laboral su vida personal, intereses y hobbies. Para que tengan una idea más concreta; los protagonistas de Friends son de la Generación X. Los grandes acontecimientos que los marcó como generación son la desaparición del campo socialista, la caída del muro de Berlín, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, la guerra en Iraq y Afganistán, y la gran recesión económica de 2008.

Los estudiosos explican que debido a esto heredaron a sus hijos un carácter autónomo y pesimista. A nivel mundial, los centennials crecieron viendo a sus padres lidiar con la crisis económica global por lo que son una generación más pragmática, que prioriza su preparación académica con vistas a una futura estabilidad financiera. Todo ello, además, mediado por la globalización, la hiperconectividad y la cultura del consumo potenciada por las redes sociales.

Según la Revista Observatorio de Recursos Humanos para el año 2025, se estima que los centennials representen el 30% de la fuerza laboral mundial. El futuro ya está aquí y sin lugar a dudas, son ellos: la generación mediada por las cuatro “i”.

La generación de las cuatro “i”

Ana es cool y yo también, a veces, según ella. Lo que antes nuestros adultos achacaban a los seis años que nos distancian o a caracteres opuestos, ahora se desvanece en una relación basada en el cariño, la camaradería y la tolerancia entre hermanas. No es que diferimos en todo ni que somos el agua y el aceite, pero está más que claro: cada una somos el resultado de la época en que nos tocó nacer, a pesar de que convergemos en tiempo, principios, valores, educación y formas.

Lo cierto es que el presente poco a poco se empieza a parecer más a ellos y a los que vienen detrás, que a nosotros. Y no quiero sonar catastrofista ni darle la razón a Ana cuando dice que tengo “cosas de vieja”, no obstante, si estudiar el pasado nos permite comprender el presente, urge entender y conectar entre generaciones.

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1 Comentario

  • Kevin mayo 24, 2023

    No sabía que existían los centennials xd

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