octubre 18, 2025
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Ágora: jóvenes cubanos simulan la ONU

¿Se imaginan que un grupo de estudiantes universitarios sean los protagonistas de debates en política internacional «al estilo de la ONU»? Pues sí, existe, y no solo como un proyecto pasajero, sino ya consolidado en el tiempo.

Desde hace algunos años, centros de altos estudios en Cuba desarrollan su propio modelo de las Naciones Unidas. Sin embargo, solo dos tienen carácter internacional y han ganado prestigio notable: HAVMUN, en la Universidad de La Habana, y Ágora, en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) «Raúl Roa». Ambos atraen y cautivan a numerosos estudiantes dentro y fuera de sus campus.

Del 15 al 17 de octubre, estudiantes universitarios se reúnen en la 13.ª edición del Modelo de Naciones Unidas Ágora.

Estudiantes del ISRI y de otras universidades del país protagonizan esta iniciativa académica, que se erige como un espacio de excelencia para el debate internacional. Entre sus objetivos estratégicos destacan la comprensión de la postura cubana en temas globales y la promoción de los valores de la diplomacia cubana revolucionaria.

Durante tres días, los participantes simulan el funcionamiento de los órganos y comisiones de la ONU, asumiendo el rol de diplomáticos de los Estados miembros. Se sumergen en las complejidades de la política global a través de debates, negociaciones y la redacción de resoluciones. El propósito fundamental es profundizar en el conocimiento de la agenda mundial y desarrollar habilidades de diplomacia y negociación.

No hay nada más parecido a la realidad, a los debates de la ONU y los estándares globales que Ágora. Al menos eso responde cada estudiante del ISRI cuando le preguntas por este modelo. Ciertamente, sienten orgullo de él; les marca generación tras generación.

«Es un ejercicio que se dice fácil», explica Jean Carlos Osorio Abad, quien cursa el 4.º año de la carrera en el ISRI,, «y cuando lo llevas a la práctica resulta muy dinámico y retador, porque cada delegado debe defender con base su criterio».

Para ello, explica, es necesario conocer a fondo la postura internacional del país que se representa, así como la de otras naciones que intervengan en los debates. «Mentalmente prepara mucho para enriquecer los análisis. Es como si estuviéramos realmente en las Naciones Unidas u otro foro multilateral de gran impacto», reconoce Jean Carlos.

En todo este proceso, dice, aprendes más de las culturas, de las maneras de actuar de determinados países; lo mismo puedes intercambiar sobre temas aparentemente simples que se complejizan, sobre conflictos internacionales, o propuestas difíciles y temas de negociaciones.

Por su parte, Amalia del Carmen Sánchez León, también estudiante del ISRI, considera que «Ágora funciona tal cual las Naciones Unidas y el nivel de exigencia es elevado», afirma.

Dentro del ejercicio, recuerda la joven, hay que aprender a escuchar y esperar el turno de intervención para, en ese momento, mostrar tu postura. «Esto es prácticamente la base de las relaciones internacionales: ser oportunos y precisos», agrega.

Así se forma a fondo la diplomacia antillana y, en Ágora, modelan cada paso y palabra que alzarán mañana como voz protagónica de su tierra en el exterior.

(Con información de Juventud Rebelde)

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