agosto 2, 2025
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¿Cómo no caer en noticias falsas? Usa el método SIFT

No es ningún secreto que la desinformación en redes sociales es un problema real, y muchas veces puede tener consecuencias graves. En la avalancha actual de información abrumadora (y desinformación), puede ser difícil saber en quién confiar.

Hay muchas razones por las que la información errónea viaja tan rápido, según algunas investigaciones, incluso más rápido que la información precisa. Una razón es que es mucho más probable que las personas compartan una noticia cuando confirma sus creencias preexistentes, independientemente de su precisión. Este sesgo cognitivo puede ayudar a explicar por qué los individuos parecen compartir aún más información errónea que los bots. Un estudio, por ejemplo, encontró que solo el 15% de los que comparten noticias difunden hasta el 40% de las noticias falsas.

Cuando se trata de no caer en la desinformación, ser más reflexivos en general puede «vacunarnos» contra la creencia en noticias falsas y su difusión y amplificación.

Para ayudarte a no caer en esas trampas, existe un método súper sencillo llamado SIFT, iniciado por el experto en alfabetización digital Mike Caulfield, se divide en cuatro pasos fáciles de recordar.

1. S de Parar

Quizás uno de los aspectos más perniciosos de la era moderna es su urgencia.

Estar en línea, donde tanto los ciclos de noticias como el contenido son especialmente rápidos y, a menudo, emotivos, puede ponernos en una mentalidad particularmente «urgente». Pero cuando se trata de identificar información errónea, la inmediatez no es nuestra amiga.

El primer paso del método Sift interrumpe esta tendencia. Antes de compartir o comentar una publicación, ¡detente! No te dejes llevar por la urgencia ni por esa reacción rápida que te da el celular. Pasa al siguiente paso.

2. I de Investigar la fuente

Las publicaciones aparecen en nuestras redes sociales todo el tiempo sin que tengamos una idea clara de quién las creó. Tal vez fueron compartidos por un amigo. Tal vez fueron empujados hacia nosotros por el algoritmo. Tal vez seguimos al creador intencionalmente, pero nunca miramos sus antecedentes.

Ahora es el momento de averiguarlo. ¿Quién creó esta publicación? Sal de la plataforma y haz una búsqueda en la web. Y debido a que los resultados de búsqueda pueden ser engañosos, asegúrese de estar buscando un sitio web de buena reputación. Google puede ser un buen aliado para conocer más.

Mientras investigas, pregunta:

  • Si el creador es un medio de comunicación, ¿tiene buena reputación y respeto, con un compromiso reconocido con el periodismo independiente y verificado?
  • Si se trata de un individuo, ¿qué experiencia tiene en el tema en cuestión (si es que tiene alguna)? ¿Qué lazos financieros, inclinaciones políticas o prejuicios personales pueden estar en juego?
  • Si se trata de una organización o una empresa, ¿cuál es su propósito? ¿Qué defienden o venden? ¿De dónde proviene su financiación? ¿Qué inclinaciones políticas han mostrado?

Y finalmente, una vez que haya realizado su análisis (que puede tomar solo un par de minutos), la pregunta más reveladora de todas: ¿Seguiría confiando en la experiencia de este creador en este tema si estuviera diciendo algo con lo que no está de acuerdo?

3. F de Encontrar una mejor cobertura

Si, después del paso anterior, aún tienes dudas sobre la credibilidad de la fuente, ahora es el momento de investigar un poco más a fondo. Debes verificar si otra fuente más confiable, como un medio de comunicación de buena reputación o un servicio de verificación de hechos, ha informado y corroborado el mismo contenido.

No es de extrañar que Google ofrezca algunas de las mejores herramientas para hacer esto. Puedes usar Google News o herramientas de verificación para comprobar si la información está confirmada y si existen fuentes creíbles que reporten lo mismo y la consideren verificada.

4. T de Rastrear hasta el contexto original

A menudo, terminará haciendo esto al mismo tiempo que intenta encontrar una mejor cobertura, al menos si está utilizando las herramientas mencionadas anteriormente. Pero la idea aquí es un poco diferente. Estás tratando de averiguar de la fuente original.

Incluso si ve que un medio de comunicación creíble ha informado sobre una noticia, por ejemplo, puede que no sea un informe original; es posible que hayan obtenido esa afirmación de otro medio. Idealmente, la historia original debería estar vinculada, así que siempre vaya allí, pero si no lo está, es posible que deba buscarla por separado.

Fundamentalmente, desea averiguar no solo si algo como esto es realmente cierto, sino si algo se sacó de contexto. Si está mirando una imagen, ¿la forma en que se describió en la publicación de redes sociales que vio se alinea con su título, contexto y ubicación originales? Si se trata de una cita de un orador, ¿se editó algo o se sacó de contexto o, cuando ves su entrevista o discurso completo, parece que tal vez se equivocó en ese momento?

Tomar estos pasos antes de decidir si simplemente compartir una información puede parecer tedioso. Pero la inversión de tiempo de solo unos minutos puede ahorrarle no solo vergüenza, sino también ayudar a asegurarse de que no está difundiendo información errónea que, en su forma más dramática, incluso puede conducir a enfermedades y muerte.

Hoy en día, cualquiera puede hacer una afirmación en las redes sociales. Y cualquiera puede ser la persona que vuelve a compartir esa afirmación es la que hace que se vuelva viral. Eso significa que es responsabilidad de cada uno de nosotros asegurarnos de que lo que publicamos, nos gusta y compartimos es, ante todo, realmente cierto.

(Con información de la BBC)

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