Las culturas que viven y sienten el mar como un elemento esencial de su colectividad han tenido también la necesidad de manifestarlo en su arte. Principalmente, se ha representado en sus obras pictóricas, pero también en la escultura, la música e, incluso, en su arquitectura.
La representación del mar, tanto si es figurativo como abstracto, recurre a los mismos principios: colores azules y elementos ondulantes simulando las propias olas. Sin embargo, el azul no siempre es el color predominante; por ejemplo, en arquitectura, los materiales presentados de forma cruda, sin enlucir, son los que marcan el color.
Esto es lo que ocurre en el cine Hainan, situado en una isla homónima en China. En él, gracias a una innovadora técnica de diseño y de formas, se ha pretendido homenajear el contexto local mediante el reflejo de la identidad y natural de la zona.
Inspirado en el océano
El Hainan Haikou Gaoxingli Insun Cinema está ubicado en la ciudad de Haikou, en la isla de Hainan (China) y es conocida por su proximidad al mar. En este contexto natural, el estudio chino One Plus Partnership tuvo su fuente de inspiración para crear un espacio único, con un diseño que evoca la superficie ondulante del océano sin recurrir al color tradicionalmente asociado con el mar, el azul.
Tal como explica el estudio, «queríamos crear algo relacionado con el océano porque Haikou está rodeada por él, pero también queríamos crear algo único». Para lograr esto, optaron por un material que tiene un fuerte vínculo con la geografía local: el ladrillo, el cual conecta simbólicamente con las playas de la isla y la textura natural del entorno.
La elección del ladrillo se manifiesta en un diseño que integra el espacio del cine de manera fluida con su contexto, generando una experiencia envolvente. Su uso en todo el espacio no solo conecta estéticamente el diseño con el paisaje, sino que también genera un juego de luces y sombras en su interior que cambia a lo largo del día, gracias a las aberturas que permiten la entrada de luz natural.
Ladrillos como olas
Una de las características más notables de este cine es la forma en que las superficies onduladas de ladrillo se combinan con la iluminación integrada, creando un ambiente que es tanto funcional como artístico. Los arquitectos utilizaron ladrillos que emergen del suelo para formar encimeras, cabinas y mesas, con perfiles curvos que imitan las olas del mar.
«El mostrador de recepción está flanqueado por bancos que parecen crecer del suelo circundante», afirman en el estudio, lo que refuerza la sensación de fluidez y continuidad dentro del espacio. Además, los elementos suspendidos del techo, como las estalactitas, ayudan a ocultar la iluminación y los conductos de ventilación, mientras que la iluminación ascendente suaviza la atmósfera general del cine.
La disposición estratégica de los ladrillos en el techo y el suelo transforma el cine en una experiencia visual única. De noche, la luz brilla suavemente a través de las perforaciones, creando una atmósfera dinámica y envolvente que complementa el diseño fluido del espacio. Además, los bordes pintados de gris de las formas onduladas sirven como medidas de seguridad para evitar colisiones, pero que también destacan sobre el fondo monocromático.
Todo ello en el vestíbulo del cine, en la sala principal, el patio de butacas se encuentra totalmente rodeado de formas curvas de madera que recuerdan la forma en que el mar de la China Meridional envuelve la isla de Hainan. Entre las maderas se ha incorporado una iluminación integrada, lo que realza esta composición en capas.
Con este ‘decorado’, el estudio pretende huir de los convencionalismos asociados a este tipo de espacios, comúnmente con paredes lisas y neutras, y proporcionar un tipo de experiencia memorable y comunitaria que no puede reproducirse en casa.
(Tomado del Idealista)