Su motivación fundamental para convertirse en entrenador de Baseball5 proviene de un profundo compromiso con Cuba, el deporte, su universidad y familia. Sergio Arturo Pérez Echevarría es un joven entrenador cubano de Baseball5 y desde muy pequeño fue un apasionado del béisbol, en gran parte gracias a la influencia de su padre y abuelo.
“Recuerdo con cariño los intensos debates sobre nuestra serie nacional y el equipo Cuba, que creo que fueron el germen de lo que soy hoy y lo que aspiro a ser en el futuro. Cuando se introdujo el proyecto de Baseball5 en Cuba, antes de su lanzamiento oficial en noviembre de 2017, asumimos la dirección del equipo de la UCCFD Manuel Fajardo para participar en un torneo entre cuatro universidades en el estadio Latinoamericano. En ese momento, contaba con solo cinco años de experiencia como profesor. Realizamos una preselección, presentamos nuestro equipo y logramos la victoria. Así comenzó mi trayectoria, que continúa hasta la fecha”, confesó Sergio.
En cuanto a sus logros, fue el primer entrenador en ganar el torneo de exhibición mencionado, participó en la primera exhibición internacional de Baseball5 en París en febrero de 2018 y dirigió la selección nacional cubana de ese deporte en un evento en México ese mismo año.
“Bajo la dirección de la Federación Cubana de Béisbol y Softbol, llevamos el Baseball5 a las provincias centrales del país y obtuvimos medallas de oro y plata en el evento Cubamotricidad 2018. También impartimos cursos internacionales en Colombia y República Dominicana. En 2019 participamos en la primera clínica internacional de Baseball 5 en La Habana, donde obtuvimos el título de Coach Continental”, comentó.
Además, fui campeón nacional en la categoría mayores y en la categoría juvenil, como entrenador de La Habana, en 2022 y 2024 respectivamente, además de conseguir una medalla de bronce en la categoría mayores. En 2023, logramos ser campeones mundiales juveniles en Ankara, Turquía, y subcampeones en la 2ª Copa del Caribe de Baseball 5 en Varadero”, agregó.
Desde 2017, ha sido Coordinador Nacional de Baseball5 en el Ministerio de Educación Superior y hoy día dirige ese deporte en la capital como parte de la Comisión Provincial de Béisbol. Recientemente, mientras dirigía la selección de Hong Kong fue reconocido como el Mejor Entrenador en la Copa Mundial de Baseball5, celebrada en esa ciudad.
¿Qué habilidades cree que son esenciales para que un jugador destaque en Baseball 5?
−La rapidez es fundamental, al igual que en el béisbol. Nuestros jugadores deben correr de home a primera base en aproximadamente dos segundos si desean formar parte del equipo nacional. Además, la versatilidad en el campo es crucial. Para los hombres, esto incluye posiciones centrales como el campo corto y la segunda base, mientras que para las mujeres, se enfocan en la primera y tercera base, considerando el formato de tres mujeres y dos hombres.
En cuanto al bateo, los hombres deben superar las 60 mph y las mujeres las 50 mph. Aunque un buen golpeo es una ventaja, este deporte es eminentemente táctico, donde la inteligencia y la capacidad de adaptarse a cada situación son esenciales. La cohesión grupal y el trabajo en equipo son más importantes que las habilidades individuales, aunque el liderazgo y la resiliencia son igualmente necesarios.
¿Cómo maneja y motiva a los jugadores durante los momentos difíciles de la temporada?
−Un entrenador debe conocer a fondo a sus atletas, dentro y fuera del campo. Es esencial preocuparse por sus problemas y actuar como educador en todo momento. Hablamos sobre la responsabilidad, la importancia de establecer metas y trabajar arduamente para lograrlas. Aunque surgen situaciones complejas, la comunicación es clave para superarlas.
“Ser entrenador implica un aprendizaje continuo y aunque en ocasiones, nos enfrentamos a situaciones para las que no tenemos respuestas inmediatas, pero trabajar en la UCCFD Manuel Fajardo nos permite aprovechar la experiencia de otros entrenadores y especialistas de diversas áreas para enfrentar retos y encontrar las mejores estrategias”.
¿Podría compartir una anécdota de un partido o entrenamiento que le haya dejado una lección valiosa?
−Recuerdo mi primera participación en un campeonato nacional juvenil, donde competimos con jóvenes de 13 a 14 años contra chicos de 16 a 17. No logramos alcanzar la discusión de medallas, pero lo más preocupante fue el comportamiento de los muchachos, quienes, al ser su primera vez fuera de casa, mostraron una indisciplina considerable.
Al regresar a La Habana, le comenté al profesor Pablo Terry, actual entrenador de la selección nacional, que debía preparar a otros jóvenes para el próximo campeonato. Sin embargo, tras hablar con los padres y trabajar intensamente con los atletas, dos de ellos se convirtieron en campeones nacionales y una de las chicas, se coronó campeona mundial juvenil. Esta experiencia me enseñó que cada edad tiene sus particularidades y me impulsó a superarme y entender mejor tanto el deporte como a los atletas.
¿Qué importancia le da al trabajo en equipo y cómo lo fomenta entre sus jugadores?
−El trabajo en equipo es esencial para alcanzar un objetivo. No es suficiente contar con uno o dos jugadores destacados; quienes se esfuerzan en los entrenamientos y buscan mejorar continuamente son los que triunfan. En este sentido, la disciplina, la asistencia y la puntualidad son vitales. Es fundamental que cada jugador comprenda su rol y responsabilidad, promoviendo una relación armoniosa entre los atletas, respetando sus intereses y particularidades individuales, y fomentando el equilibrio mediante el liderazgo y la comunicación constante.
¿Cómo evalúa el rendimiento de sus jugadores y qué métodos utiliza para ayudarlos a mejorar?
−Como educadores, nuestra principal función no es solo formar buenos atletas, sino también mejores personas, lo que implica una sólida formación en valores. Busco siempre basar mis criterios en la ciencia, utilizando los métodos más eficientes para evaluar y analizar el rendimiento. Trabajamos en equipo con el profesor Eros Bernal, jefe técnico de la disciplina en el país, generando ideas para mejorar nuestra labor.
“Consideramos que un equipo se forma por necesidad, utilizando cuatro herramientas fundamentales en el entrenamiento y la competencia: golpeo (potencia y precisión), tiempos de carrera, fildeo y tiro. Cada uno de estos elementos se analiza en cada atleta, siempre partiendo de una técnica correcta y abordando los cinco componentes del entrenamiento: técnico, táctico, físico, teórico y psicológico. La técnica es lo más difícil de corregir, pero con el apoyo de la biomecánica y los métodos adecuados, los resultados se van viendo progresivamente”.
¿Qué retos le impone entrenar en una nación extranjera?
−El principal reto es la cultura, que es muy diferente a la nuestra, y es fundamental entenderla y respetarla para obtener resultados. La barrera del idioma también puede ser un obstáculo, aunque hemos logrado comunicarnos bien en inglés. El mayor desafío es asegurarnos de que los atletas comprendan nuestras enseñanzas y viceversa, tanto en la preparación como en la competencia.
Estar lejos de casa, de la familia y de nuestra zona de confort, ha sido un reto que hemos asumido con responsabilidad y dedicación. Ser el primer entrenador cubano en dirigir a otra selección nacional en un evento mundial de Baseball5 es un gran honor y una gran responsabilidad, ya que está en juego el prestigio de nuestro país.
¿Cómo ha sido la acogida del equipo de Hong Kong?
−La acogida ha sido excelente. Al principio, había cierto escepticismo debido a mis métodos y estilo de trabajo, pero poco a poco logré ganarme su confianza. Las muestras de cariño que he recibido me han hecho sentir como en casa. Los habitantes de Hong Kong son muy respetuosos, profesionales y dedicados. He aprendido que el hecho de que no expresen afecto físicamente no significa que no valoren la relación, y que su respeto por horarios y rutinas no implica que no se preocupen por los demás. Son personas sinceras y trabajadoras, y he aprendido mucho de ellos.
Ya logró convertirse en el mejor entrenador del mundial de Baseball 5. ¿Qué sintió en ese momento?
−Sinceramente, no lo esperaba. Aunque el Baseball5 es un deporte joven, hay muchos entrenadores de calidad en el mundo. Cuando me comunicaron el resultado, me sentí abrumado, pero lo que sucedió después fue muy gratificante: otros entrenadores se acercaron a felicitarme y a decirme que habían votado por mí.
El sistema de la WBSC para elegir al mejor entrenador implica que cada entrenador proponga a uno, sin poder votar por sí mismo. Creo que el trabajo realizado en el último mes y el cambio que experimentó el equipo fueron determinantes. Siento un gran orgullo, no solo por recibir este galardón, sino porque representa un reconocimiento para Cuba. Además de los títulos mundiales, el trofeo al mejor entrenador en una Copa Mundial es mi mayor satisfacción.
A largo plazo, Sergio pretende seguir creciendo, no solo en resultados competitivos, sino también en conocimientos. “A mis 36 años, aún tengo mucho por aprender y quiero centrarme en defender mi doctorado, trabajar en pro del Baseball5 cubano y promover el deporte cubano en cualquier lugar. Aspiro a contribuir a la formación de nuevas generaciones de atletas y entrenadores, haciendo crecer este deporte que tanto amo. Espero ser recordado como un entrenador revolucionario, que lleva en su corazón a su patria, siempre agradecido por las enseñanzas recibidas y orgullosamente cubano hasta el final de mis días. Y como siempre digo: ¡Patria o muerte, venceremos!”, concluyó el joven entrenador.
