septiembre 20, 2024
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Cathleen González: Entre swines, flores

Por: Nelson Rodríguez Roque

Mientras proyectaba o inmovilizaba, Cathleen González era judoca en formación. Hasta que un profesor de taekwondo detuvo su bicicleta en casa de la joven gibareña y le dijo que el boxeo femenino se había aprobado en el país (a finales de 2022). Así que comunicó su traslado al ring.

Al principio, a su abuelo Ramón Rodríguez la idea le preocupaba. Pero estaba resuelta a tirar swines y ganchos, ya que ese deporte le gustaba y quería ser campeona. A las ocho de la mañana del otro día, comenzó a entrenar lo básico y, con una sola jornada introductoria, viajó a La Habana: al primer cartel para féminas ocurrido en la Isla, el 17 de diciembre de aquel año.

¡ahora! y Cathleen González no se fueron a los puños, pero sí hablaron sobre el arte de ripostas y esquivas: “Mi mamá y mi abuela vieron la oportunidad que me daban y aprobaron mi participación. Llegué nerviosa, pero entrené y había que hacer sparring. Me pegué con la favorita en ese momento, Yaquelín Estornell. Me defendí como pude y aplaudieron mi valor”.

Lo más difícil que ha asimilado ha sido la defensa, puntualmente evadir ataques, porque se confunde a veces. “El profe Gerardo Deroncelet ha tratado de ponerme a la izquierda y me voy acostumbrando poco a poco. He incorporado ya todos los golpeos, y pienso que estoy bien técnicamente. Cuando tiro el un-dos y ejecuto la esquiva, ahí va mi derecha”, comenta la alumna de la Academia Provincial.

La preparación física del boxeo, considera, es más fuerte que la del judo, “porque tienes que realizar ejercicios para piernas, muslos, hombros y brazos, alistando todo el cuerpo. Este año, y más después de mi bronce nacional (fue la primera medallista holguinera en esos certámenes), el entrenamiento ha crecido en exigencia. Más o menos a las siete de la mañana desayuno y en unos minutos empiezo una sola sesión, porque no estamos próximos a competencias y las cargas son inferiores”.

La preparación física del boxeo es más fuerte que la del judo, opina la joven pugilista.

A diario, en la actual etapa, desarrolla tres asaltos de cuatro y medio minutos cada uno, y de ahí hace guanteo, esquiva y sombra, para visitar el gimnasio luego, donde le orientan ejercitarse a conciencia. Siempre estaba activa en Gibara, por ello le ha chocado menos tanto rigor.

“Para asistir al Nacional realicé un sacrificio grande. Ya que tuve que bajar de peso hasta 75 kilos (andaba por más de 80). Yo sabía que la primera pelea se gana en la pesa. Mi mamá vino y se pasó 15 días conmigo en la Academia, para ayudarme a cumplir con la dieta y sumar ejercicios. Gracias a Dios, pude disminuir libras. Aquí los profesores nos apoyan y cuidan de nosotras, siempre dándonos la mejor de las atenciones”, expresa.

El prearranque propio de toda competición, en el Nacional de enero pasado, en la Arena capitalina Rafael Trejo, lo superó pensando que le tocaba echar pa’lante: “Mi rival, discutiendo bronce, me ganó el primer asalto. Fui a la esquina y entendí lo que me indicaron, derrotándola después de dos conteos en el siguiente round y el definitivo terminando el tercero. No subí tan desconcentrada en el segundo combate; sin embargo, ella (la habanera Yoana Rodríguez) me tiró la derecha, la esquivé y golpeé por arriba y, cuando me iba a desplazar, recibí un swing que no me dolió, ni movió, pero la árbitro detuvo las acciones, quizás para protegerme”.

En julio o agosto próximos, debe la muchacha de 20 años de edad incorporarse a un concentrado en La Habana, a someterse a valoraciones de su evolución, y en diciembre venidero participará en su segundo Campeonato Nacional, en Camagüey.

Visto y comprobado que hay mujeres cubanas con motivación y fuerza de voluntad para boxear, manifiesta que “en Cuba estamos mejorando. Somos atletas de disciplinas de combate, que no por ello dejaremos de ser femeninas todo el tiempo. Las personas, a veces, cuando salimos por ahí vestidas, no nos reconocen como pugilistas. Mis amistades me preguntan por mis entrenamientos y pronostican que alcanzaré mayores lauros. Con la juventud que tengo y la disciplina, ellos llegarán”.

(Tomado de Ahora)

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