Estrenada el pasado 14 de febrero, la película Bob Marley: One Love constituyó un gran desafió para Kingsley Ben-Adir, actor británico de ascendencia trinitense a cargo del papel del Rey del Reggae.
Aunque había interpretado ya a otras figuras históricas a lo largo de su carrera, en declaraciones para Los Angeles Times reconoció que tuvo que asumir una responsabilidad mucho mayor en vista de las dimensiones del proyecto y de su prolongada presencia en el relato.
Para lograr una aproximación más justa al personaje, señaló que fue sumamente importante la colaboración que estableció con la familia del autor de Redemption Song, responsable de la producción del filme.
Sobre su preparación, recordó que Bob fue un artista que dedicó su vida entera a escribir canciones y tocar la guitarra, “y yo no sabía cómo se sentía hacer algo así. Lo primero, por lo tanto, fue conseguir una guitarra. Quería aprender realmente a hacer música y cantar”, expresó el actor.
“Era algo extremadamente importante para mí, sin importar si iba a cantar o no en el set, porque cuando Bob compartía su música con el público se generaba algo profundamente espiritual que necesitaba entender”, dijo.
Para Ben-Adir, el rodaje fue una gran travesía, “aunque podrías pasarte 10 años en esto y no estar todavía completamente listo. Esta fue una de las primeras cosas diferentes a las actuaciones de mi pasado. Y no hay que olvidarse del modo en que hablaba y de la cultura a la que pertenecía”.
Acerca de su preparación para el filme, precisó que tuvo un gran profesor de música con el que pasó varias horas cada día hablando, pero más del aspecto psicológico de las interpretaciones de Bob y del origen de su canto que del tono de su propia voz.
“La manera en que cantaba venía de un lugar tan profundo que es imposible copiarla”, aseguró el actor, quien reconoció que la película lo hizo aprender de Bob no a través de los libros o de los documentales que se han hecho, sino a un nivel más personal.
“Descubrí lo que era como ser humano a través de su familia, de sus amigos, de la gente que lo amaba y lo conocía. Tuve muchasconversaciones con ellos y me contaron cómo era Bob fuera del ojo público”, comentó.
(Tomado de 4ta Pared, suplemento cultural de Orbe)