noviembre 23, 2024
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Ángel Luis Capey sobre Viceversa: “Abordar temas tabúes es esencial para provocar reflexión en la audiencia”

Por: Félix A. Correa Álvarez

Silvio es uno de los personajes más interesantes de la telenovela Viceversa. La diversidad de conflictos que enfrenta, su complejidad psicológica y evolución emocional, añaden capas a la narrativa y tejen una red intrigante que mantiene a los televidentes en vilo las noches de lunes, miércoles y viernes.

La juventud de su intérprete, Ángel Luis Capey, resguarda una notable sabiduría forjada a través de las experiencias vividas sobre las tablas y en los sets de filmación. Su capacidad para transmitir emociones, de manera genuina, consolida su posición como un actor destacado en la escena cubana. Lejos de buscar la grandilocuencia, Capey se sumerge en sus personajes con la sencillez que caracteriza a quienes entienden que el verdadero arte reside en la autenticidad.

Desde sus primeros cortometrajes, hasta su participación en producciones televisivas como El rostro de los días, ha demostrado cuán versátil y capaz es para conectar con el público. Con Viceversa no es la primera vez que enfrenta el desafío de encarnar un personaje protagónico. El caso El diablo los junta, de Tras la huella, y la teleserie Valientes ya le habían colocado frente a la responsabilidad de liderar tramas. Sin embargo, asumir el rol principal en una telenovela implicaba nuevos retos, y para el joven actor, era un paso crucial en su carrera.

Foto: Casa Productora de Telenovelas.

Su entrada a Viceversa ocurrió a través de un casting, en el que, inicialmente, no fue seleccionado, a causa de su apariencia más juvenil respecto al personaje. Pero, cuando el actor original abandonó el país, Capey tuvo la oportunidad de asumir a Silvio. Desde el primer contacto con el guion, percibió una fascinante trama que mantendría el interés de los espectadores, a lo largo de los ochenta capítulos:

“En particular, me intrigó la cantidad de situaciones desafiantes que enfrenta Silvio. Cada acontecimiento requiere una interpretación actoral sólida, lo cual me motivó aún más. Desde que leí el guion, sabía que quería formar parte de esta experiencia”, confiesa el actor.

Mencionas que asumir este personaje fue desafiante, ¿podrías compartir algunas experiencias sobre los retos creativos que enfrentaste?

— En una telenovela es complicado manejar las tramas, ya que se graban de manera fragmentada. Además, enfrentar situaciones complejas en el rodaje, como la escena del accidente, fue particularmente difícil, en especial, porque se grabaron secuencias de manera consecutiva con diferentes planos, lo cual resultó ser un verdadero reto.

“Otras escenas, como las del quirófano, también fueron complejas. Debía mostrar diferentes reacciones (miedo, ansiedad, inseguridad…) lo cual requería respuestas rápidas. No obstante, asumo los retos como oportunidades que impulsan mi carrera y contribuyen a mi crecimiento profesional.

“Lo bueno que siempre recuerdo de este tipo de escenas difíciles es la ayuda que nos brindábamos entre los actores. Es decir, entre plano y plano, no importaba de quién fuera, cada uno daba lo mejor de sí. No importaba a quién estuvieran grabando, siempre entregábamos el ciento por ciento. La actuación se trata de dar y recibir. Como yo no sabía lo que pensaban los otros actores, tenía que dar lo mejor de mí para que su plano quedara bien. Esta colaboración que logramos fue maravillosa.

“Siempre he sostenido que la escuela brinda los fundamentos, pero el día a día en el trabajo es lo que perfecciona tu habilidad, y esta telenovela, en particular, ha sido fundamental en mi desarrollo profesional, especialmente gracias a la experiencia de Eduardo Eimil, el director de actores, quien me enseñó mucho”.

Ángel Luis junto a parte del elenco joven de la telenovela.

El título Viceversa sugiere dualidad o inversión, ¿crees que este concepto se refleja en la telenovela y en Silvio en particular?

— Al principio me cuestionaba el título de la novela, me preguntaba por qué decidieron llamarla así. Resulta que se ajusta perfectamente al desarrollo de la historia y conflictos de sus personajes. La vida no siempre sigue el curso que uno espera; a veces, las cosas son completamente opuestas a lo que imaginamos. En mi caso —hablo de Silvio—, un joven criado con ciertos patrones y reglas sociales, la vida le presenta sorpresas inesperadas, especialmente en su relación con su padre y la concepción que él tenía sobre su familia.

“Ahora, con la trama de Mónica y Silvio, algo obviamente está ocurriendo. No revelaré el resultado, pero hay cambios significativos. La relación de amistad con Yeti también está generando mucha atención en las redes sociales. Es interesante reflexionar sobre lo que sucede cuando te encuentras en situaciones que nunca anticipaste. Creo que el título Viceversa tiene mucho que ver con estas complejidades y giros inesperados en la vida”.

El tema de la culpa es central en la historia de Silvio, ¿abordaste psicológicamente ese aspecto en tu actuación?

— Afortunadamente, gracias a Loisys Inclán, directora de la telenovela, contamos con el asesoramiento del doctor Frank Daniel Martos Benítez, un excelente médico intensivista del Instituto de Neurología y Neurocirugía Dr. Rafael Estrada. Discutimos ampliamente sobre la preparación necesaria para un intensivista y, especialmente, sobre la escena del accidente.

“Había algo que me incomodaba: la idea de que no atender inmediatamente a Armando (Víctor Jimcavik) generara una culpabilidad tan grande en Silvio, al punto de crearle un trauma psicológico. El tubo ya había causado una lesión en la columna de Armando durante el accidente, entonces me planteé la idea de por qué Silvio debía asumir esa culpa.

“Posteriormente, con la colaboración del doctor Frank, exploramos soluciones, como la atención priorizada a pacientes que necesitan ayuda de manera urgente, como ocurrió con la niña durante esa escena. La idea era que mi llegada a Armando se retrasara porque estaba atendiendo a otras personas, y en mi ausencia, le habían retirado el tubo, provocando un derramamiento de sangre que complicaría las cosas. Además, antes del accidente, Silvio intercambió su puesto con Armando en la guagua, lo que refuerza aún más su sentimiento de culpa.

“Muchos televidentes se han hecho el mismo cuestionamiento, pero es imprescindible entender que estas situaciones pueden ser reales. Silvio refleja la complejidad de las emociones humanas, especialmente el peso de la culpa y la lucha interna que esta genera en quien la carga”.

En términos preparatorios, ¿realizaste alguna investigación específica sobre la medicina intensiva para dar autenticidad a tus escenas en el hospital?

— Sí. Como te comentaba anteriormente, visitamos el hospital y aprendimos técnicas de reanimación con el doctor Frank, incluyendo el uso del desfibrilador y la intubación. Aunque no practicamos estos procedimientos con personas reales debido a los riesgos, realizamos prácticas y nos familiarizamos con los instrumentos de trabajo. La preparación fue muy sólida para reflejar esta temática».

El conflicto familiar de Silvio es multifacético, ¿cómo exploraste la dinámica con sus padres y cuánto influyó en la construcción de tu personaje?

— En mi opinión, el conflicto constante con su padre es sumamente crucial y, además, es una de las principales dificultades que golpearán la vida de Silvio. Él es un joven criado bajo patrones machistas, inculcados por su propio padre, quien, a pesar de ser gay, mostró a su hijo una imagen completamente opuesta. Esto condiciona significativamente la relación con su madre.

Ángel Luis (Silvio) junto a la actriz Maikel Amelia (Asunción), en una de las escenas de la telenovela. Foto: Casa Productora de Telenovelas.

“Primero, la revelación de que su familia no es lo que él pensaba: sus padres se quieren, pero no de la misma manera, ya que Leonardo (Gilberto Subiaurt), siendo homosexual, mantiene una vida de apariencias con Asunción (Maikel Amelia Reyes). Descubrir que su madre está con otra persona genera conflictos, especialmente considerando la percepción social negativa hacia una mujer que traiciona a su esposo en comparación con un hombre que lo hace; patrones machistas que están presentes en la personalidad de Silvio.

“Estos conflictos impactarán profundamente su vida, principalmente cuando conozca la verdad sobre su padre y se dé cuenta del peso injusto que su madre carga. Sin duda, será un tema que dará mucho de qué hablar”.

Háblame sobre el debate que ha suscitado la dualidad entre la amistad y los sentimientos románticos del personaje.

— La relación entre Mónica, Silvio y Yeti ha generado mucha controversia, especialmente cuando nos basamos en patrones que consideran intocable la pareja de un amigo.

“Creo que la reacción del público ante esta situación y tema en particular ha sido variada, dependiendo de las perspectivas condicionadas por la propia historia. Aunque he notado críticas negativas respecto a los valores transmitidos en la novela, es importante entender que estamos acostumbrados a evitar temas fuertes y delicados en nuestras producciones televisivas.

Enfrentar la posibilidad de desarrollar sentimientos por la pareja de un amigo, como ocurre con Silvio, desafía la norma, pero es un reto que puede ser real. La trama busca explorar cómo lidiar con emociones complejas y la difícil decisión entre preservar la amistad o seguir el camino del amor. Aunque algunos consideren esta situación incómoda, creo que abordar estos temas tabúes es esencial para enriquecer la narrativa y provocar reflexión en la audiencia.

“Es crucial explorar cómo se desarrolla la situación, comprender las decisiones de los personajes y reconocer que la amistad y el amor a veces se entrelazan, generando dilemas difíciles de resolver. Es un tema que desafía tabúes y requiere tiempo para ver cómo evoluciona la trama y cómo los personajes enfrentan esta compleja situación”.

Si consideramos la complejidad emocional del personaje, ¿fue complejo manejar la desconexión entre escenas para mantener un equilibrio en tu interpretación?

— En cuanto a la complejidad y la desconexión entre una escena y otra, realmente no me resultaba tan complicado. Muchas veces recuerdo que grabábamos escenas difíciles y complejas, pero al cortar nos echábamos a reír y bromeábamos. Entre los actores siembre existió un clima de camaradería que nos ayudó mucho a superar cualquier obstáculo.

«Lo difícil en este tipo de situaciones es la preparación, el antes, y cómo te concentras para lograr la emoción. Tenemos que tener en cuenta que el actor trabaja con su mente, su corazón y sus vivencias. Reproducir eso es complejo, ya que uno no siempre está al ciento por ciento en escenas que implican emociones intensas; pero es parte de la preparación, el silencio necesario para que el actor se concentre y un equipo que se acople en función de su trabajo y también pensando en el actor.

“La dirección, como los hizo Loisys, garantizaba siempre el silencio, daba el tiempo necesario, y prácticamente en la acción, uno daba lo mejor de sí cuando estaba concentrado y se sentía en la capacidad para cumplir con los requerimientos de cada escena. Esto es sumamente importante. Después, el hecho de desconectarte es simplemente decir: ‘La escena quedó, logramos lo que se quería, pensemos en eso y preparémonos para la siguiente’”.

Cómo describirías la evolución de Silvio a lo largo de la telenovela y su impacto en el desarrollo general de la trama?

— En cuanto a la evolución de Silvio, lo describiría como un personaje al que constantemente le suceden cosas difíciles. A lo largo de los 80 capítulos de la novela, no deja de enfrentar conflictos que, estoy seguro, generarán mucha atención y comentarios. Silvio pasa por situaciones complejas que marcan varias tramas importantes. Cuando leí los libretos, pensé: “¡Dios santo!, ¡este personaje no descansa!”, ya que enfrenta problemas constantes.

“Algunas personas podrían cuestionar la funcionalidad de esta constante problemática desde la perspectiva del público, pero creo que sí es efectivo, ya que aporta mucho a la trama. Un personaje que no se estanca, que evoluciona y enfrenta giros, genera interés y discusión. Aunque algunas críticas puedan surgir con comentarios como ‘siempre con lo mismo’, creo que es importante esperar a ver cómo reacciona Silvio ante nuevas revelaciones.

“Este tipo de incertidumbre funciona como un gancho para mantener el interés del público. Como actor, me tocó cargar con esta complejidad y como personaje, enfrentar toda esa problemática y variedad de situaciones que Silvio presenta”.

“Lo importante de esta novela, creo yo, es su capacidad para educar y ofrecer un punto de vista diferente”, asegura el actor. Foto: Casa Productora de Telenovelas.

La telenovela aborda temas sociales y familiares complejos, ¿consideras que Viceversa contribuye a la reflexión acerca de ellos?

— La novela presenta temas sociales que son sumamente fuertes, como la homosexualidad de un padre en una familia cimentada bajo patrones heteronormativos, y el hilo frágil que a veces existe entre la amistad y el amor. Estos son asuntos que generan mucha discusión. Cada persona los aborda desde su propio criterio y la educación que ha recibido.

“Lo importante de esta novela, creo yo, es su capacidad para educar y ofrecer un punto de vista diferente, reflejado en el nombre: Viceversa. Es necesario entender que la vida no es simplemente en blanco y negro; a veces, las sumas y las restas pueden arrojar resultados diferentes.

“Esta telenovela, en mi opinión, está destinada a generar mucha conversación, y ya genera un impacto significativo. Invita a reflexionar sobre la forma en que criamos y educamos a nuestros hijos, cómo superar miedos e inseguridades, y dar pasos adelante frente a problemas y límites. Creo que proporcionará mucho material para hablar sobre cómo ponernos en la piel del otro y considerar cómo actuaríamos en situaciones límite que nos condicionan desde el punto de vista social”.

Viceversa resultó un grato espacio para Ángel Luis Capey, un capítulo significativo que trasciende lo profesional: “Fue mi primer papel protagónico en una dramatizado extenso, lo cual implicó nuevas amistades, encuentros y desafíos”, asegura.

El impacto de este producto televisivo en su vida, va más allá de la pantalla; es uno de sus últimos recuerdos profesionales en Cuba antes de trasladarse a Costa Rica, donde reside en la actualidad. Viceversa se convirtió en un testamento personal, una porción de su trayectoria y experiencias.

Que Viceversa no solo entretenga, sino que provoque reflexiones y diálogos en el público, constituye el máximo deseo del joven actor: “El impacto que aspiraría a lograr, y creo que se está logrando, es que cada tema abordado se convierta en motivo de conversación y que aquellos que lo vean lleguen a replantearse sus perspectivas sobre ciertas situaciones.

“Principalmente, me gustaría que el mensaje fundamental que transmita esta telenovela sea el amor, a pesar de las situaciones de cada personaje, familia y pareja. Viceversa nos enseña cómo la fuerza transformadora del amor puede superar y sortear cada obstáculo que se nos presente en el camino”.

(Tomado de Alma Mater)

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