“Como no hay una escuela nacional juvenil, aparte de que no existen todas las condiciones, debes esforzarte al máximo en el entrenamiento para formar parte de la selección nacional.
“Así fue como llegué. Pasé dificultades, pero lo logré. Gracias a eso estoy donde estoy. De lo menos, hay que sacar más” (Leyanis Pérez, triplista).
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“Los peloteros juveniles no tienen una liga de béisbol donde puedan mantenerse jugando y adquirir o recibir un volumen significativo de innings, lances, turnos al bate, strike… Innings jugados a la defensa o innings lanzados, porque en Cuba no existe un torneo para esas edades o no hay un mecanismo de desarrollo diseñado para los jugadores que salen de los juveniles.
“En el mundo, en esas categorías, los juveniles sobrepasan los 500 y 600 partidos y los 800 y 1 000 turnos al bate. En nuestro país no ocurre” (Frank Camilo Morejón, gloria del béisbol).
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“Cuando a ese muchacho le ponen una carga extra que no lleva, en vez de respetar su desarrollar normal lo adelantan. Cuando llega a la etapa de mayores, ya está cansado y no rinde como debe ser.
“Cada cosa, en su momento. A medida que el atleta se va desarrollando, se pueden incorporar elementos y no quemar, porque luego llegan las lesiones y los problemas, en lugar de sacarles provecho” (Yarisley Silva, pertiguista).
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La ley de la vida enuncia una verdad: todo tiene sus etapas. ¿Imaginas una escalera a la que le falte un peldaño?, te obliga a saltar… Correr sin gatear antes o, tomando como ejemplo, llegar a sexto grado sin haber pasado por primero. Qué complicado lo tendría ese niño.
Algo similar ocurre en el deporte. Y es que, indudablemente, se parece a la sociedad. Todo es parte de un ciclo.
Por ello, cuando surgen problemas económicos y financieros, las consecuencias se sienten. E influyen también el transporte, la alimentación y otros factores esenciales en el desarrollo y buen desempeño de un atleta.
En el caso de Cuba, es de destacar el esfuerzo que hacen la máxima dirección del país y el Inder para garantizar recursos que demanda la práctica deportiva.
Lo cierto es que en los últimos años ha disminuido la actividad competitiva en edad juvenil. Y siendo la competición la expresión final del entrenamiento, te puedes preparar muy bien una temporada, pero si no compites, no hay forma de comprobar cómo has asimilado las cargas, los ejercicios, el entrenamiento. Es como que estudies todo el año y no te hagan pruebas.
De acuerdo con el M. Sc. Sergio Arturo Pérez Echevarría, profesor de Béisbol de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) Manuel Fajardo, “la escasez de implementos deportivos, el deterioro de las instalaciones y el éxodo de atletas y entrenadores a estas edades, entre otros elementos, han mermado la motivación hacia la práctica deportiva”.
El comentarista deportivo Miguel Ángel Cruz agrega que se debe a factores económicos. Igualmente, señala la falta de motivación en esas edades, “consideradas la puerta de la maestría deportiva, la cual llega pasados los 25 o 29 años en los atletas que pasaron por la pirámide de desarrollo.
“También afectan la falta de recursos, desmotivaciones que desvinculan a los deportistas de la práctica. Por eso se pierden tantas figuras jóvenes en esa categoría”.
En tanto, la badmintonista Taymara Oropesa opina que la disminución de la actividad deportiva en estas edades puede responder a que algunos deportistas se centran más en los estudios. O sea, “si no son buenos atletas, prefieren estudiar y tener un futuro mejor”.
Además, reitera que influye la falta de competencias. “En los últimos tiempos se ha suspendido el único torneo nacional por el cual se preparan todo un año y se desilusionan”, dice Oropesa, primera badmintonista cubana en lograr una medalla en Juegos Panamericanos.
Pero hay mucho más. Iremos por partes. El fenómeno es diverso en aristas, causas y efectos.
¿Cómo se edificó la pirámide?
El sistema deportivo cubano, ideado por Fidel, comenzó con la creación del Inder en 1961, lo cual propició que la educación física fuera un derecho universal para todos los cubanos, respaldado legalmente en la Constitución.
Unido a esto, se incluyó en el sistema de enseñanza curricular la Educación Física, asignatura que más tiempo tiene en la formación académica de cualquier estudiante cubano, pues empieza en la enseñanza primaria y termina en el segundo año de la universidad.
Así se fue edificando la pirámide, concebida desde una amplia base, con una cima estrecha. El comienzo en la clase de Educación Física, transitando por el área deportiva, las EIDE, las ESPA provinciales, después por la ESPA nacional juvenil y, finalmente, el equipo nacional. El resultado no se hizo esperar.
“Nuestro Comandante tuvo la brillante idea de crear en cada provincia una EIDE. A partir de ahí, estaba garantizado el movimiento deportivo. Y los que terminaban las EIDE iban para las ESPA provinciales, que había también una en cada territorio, al igual que las academias.
“De esa cadena de EIDE, ESPA y academia salías bien preparado. Todos los deportistas que asistimos a los Centroamericanos de Panamá 1970 veníamos de las EIDE”, dice Margarita Malleta, gloria del deporte y fundadora de los primeros Juegos Escolares Nacionales.
Cuba dominó en los Centroamericanos y el Caribe desde Panamá 1970 hasta Barranquilla 2018, donde perdió la supremacía. En los Panamericanos, ocupó el segundo puesto a partir de Cali 1971 y hasta Toronto 2015 (cuarta), con la salvedad de que en La Habana 1991 obtuvo el primer lugar por naciones al ganar 140 medallas de oro.
Por la situación económica del país, en 2012, se eliminaron las ESPA provinciales y la nacional juvenil (ubicada primero en lo que es hoy el Club Habana y luego en lo que conocemos como Centro de Alto Rendimiento Giraldo Córdova Cardín). A partir de entonces, la categoría quedó trunca en su formación.
De todos modos, se dejó una significativa cifra de atletas. De acuerdo con Oscar Nuevo, metodólogo del Alto Rendimiento del Inder, “el sistema cubano es el único del mundo que se permite tener a cerca de más de 1 200 alumnos concentrados en una escuela con alimentos, medicamentos y otros recursos, durante todo un curso”.
Al respecto, Ruperto Herrera, secretario del Comité Olímpico Cubano (COC), recuerda que, aunque desaparecieron en 2012, las reducciones de la cifra de alumnos en los centros de alto rendimiento, ya sea provinciales o nacionales, comenzaron en 1992, a inicios del Periodo especial.
¿Qué pasa con la autogénesis en nuestra pirámide?
De 2012 hasta la fecha, con una reducción gradual de la matrícula a nivel nacional y provincial, más de 16 000 alumnos dejaron de formar parte de esa pirámide del alto rendimiento, precisa Oscar Nuevo.
Aun así, se conserva una reserva deportiva en todas las provincias. Hoy esa matrícula de las EIDE está en los 13 460 atletas a nivel de país y en los equipos nacionales hay alrededor de 1 500 o 1 550 alumnos entre los centros de alto rendimiento: Giraldo Córdova Cardín y Cerro Pelado, existiendo una reducción de más de 14 000 deportistas respecto a lo que existía antes del Periodo especial.
Actualmente, tanto el deporte en general como el de alto rendimiento tienen un fuerte componente científico, basado en la “autogénesis”.
“La vida del hombre transita desde que se fecunda y se empieza a desarrollar el feto en el organismo hasta la muerte. Algo similar ocurre en el deporte. Se empieza desde edades tempranas hasta llegar al equipo nacional. Cuando hay alguna interrupción en la categoría juvenil, se pasa al equipo nacional con deficiencias en los elementos técnicos básicos.
“Nos hemos visto en la necesidad de traer atletas juveniles a las selecciones nacionales para continuar con su formación en una etapa en la que no está definido todavía el perfeccionamiento para el alto rendimiento. Eso tiene sus consecuencias”, puntualiza Nuevo.
Y si en este reportaje seguimos con la teoría de la autogénesis, hablamos del dominio en cada grupo o edad determinada de elementos que puedan ser desarrollados en esas edades.
Si no se tiene una práctica sistemática desde categorías tempranas, es muy difícil llegar a dominar elementos de perfección en un equipo nacional.
“Desafortunadamente, hoy, no podemos decir que tenemos masividad deportiva en la base. ¿Por qué?, porque no hay implementos para desarrollar el deporte”, afirma el directivo.
Otra vez, la base
Coincidiendo con lo anterior, Ruperto Herrera, secretario del COC, considera que la masividad ha sido afectada por la falta de medios para la práctica deportiva.
No puede pretenderse que un niño sepa jugar baloncesto o voleibol si no hay una disponibilidad de balones que propicie la masividad, porque hay elementos que tienen que aprenderse en edades tempranas para que después funcionen.
En conversación con Georgina Cárdenas Argudín, profesora de Educación Física de la secundaria República de Nicaragua, en el municipio habanero del Cerro, conocimos que el actual programa de la asignatura “está bien concebido y enfocado, pero no cuenta con las condiciones requeridas y hay que hacerle adecuaciones.
“Inciden la falta de medios de enseñanza y las condiciones de las pistas y los terrenos para juegos con pelota. Además, no hay piscinas. Incluso, tenemos niños buenos nadadores, y quieran ganar competencias, pero no cuentan con las facilidades de preparación para ello”, apunta.
Según el M. Sc Sergio Arturo Pérez, “si no se aseguran los recursos mínimos indispensables, organizar con calidad un evento, si no se compite, no podrá aspirarse al desarrollo y crecimiento de nuestro deporte”.
Pérez reconoce que, si bien existe la voluntad de hacer en entrenadores, directivos, atletas y colectivos técnicos, “el esfuerzo es afectado por las carencias. Que se puede optimizar más y tomar mejores decisiones, eso es probable. Toda obra humana es perfectible, pero la mayor afectación hoy en nuestra pirámide deportiva, en edades escolares y juveniles, está en los recursos”.
La pertiguista Yarisley Silva, quien ha conocido de cerca las carencias, que ha tenido que practicar sobre aserrín a falta de un buen colchón, cuenta que muchas veces “los profesores no tienen con qué hacer las cosas y te exigen demasiado.
“Antes, se podía hacer más con menos, pero ya no. Veo que en otros países hacen una inversión para lograr lo que quieren. Lo que aquí no se puede, fundamentalmente por el bloqueo”, dice.
El béisbol, una concepción diferente
A excepción del béisbol, los demás deportes tienen una característica en común. Cuentan con una concentración de atletas juveniles todo el año, reúnen a quienes tienen talento y perspectiva inmediata. Así, los concentran en un equipo nacional, pasan por un proceso de transformación y desarrollo y son parte del cambio generacional que, en un momento determinado, asumen las comisiones nacionales o los cuerpos técnicos.
El béisbol –señala Frank Camilo Morejón– tiene una escuela nacional tanto para la categoría juvenil como la de mayores “que no funciona. Con lo que cuenta es con una bolsa de jugadores por ciertas y determinadas pruebas que se hacen en todo el país, divididas en perspectiva inmediata y a largo plazo.
“Lo que más se mide quizás sea el aval histórico, el haber hecho el equipo Cuba en otras categorías, más los resultados del campeonato nacional de ese año. No se da un seguimiento de perspectivas a largo plazo y formación”.
Analizándolo como deporte nacional, al que se destinan todos los recursos, también hay fisuras. Lo que no quiere decir que no haya talento en el dominio de los fundamentos del juego: cómo colocarse, moverse y funcionar dentro del terreno.
Los problemas están en el desarrollo de habilidades y la condición física de los jugadores. En este caso, téngase en cuenta que existen las academias para peloteros de entre 18 y 23 años.
“Aceleramos a los peloteros desde las categorías menores hasta los juveniles y, de cierta manera, los queremos definir con una especialización en alguna posición, cuando existen teorías o el programa de preparación integral del beisbolista, donde se describen por categorías las indicaciones metodológicas por las cuales debemos regirnos para crear jugadores de nivel”, añade el excácher de Industriales.
En eventos internacionales, nuestros jugadores saben moverse dentro del campo, pero en condiciones físicas no están en iguales condiciones que el resto.
Sobre este punto, Morejón apunta que “es una realidad que la mayoría derrocha talento en torneos internacionales, pero deja de tener o demostrar fundamentos o condiciones físicas en cuanto a la velocidad, desplazamiento, agilidad, flexibilidad…, elementos que a ese nivel muestran jugadores de esas edades, provenientes de otros países”.
Y es que el hecho de que se juegue poco, de acuerdo con el avezado entrenador de picheo José Manuel Cortina, también responde a la falta de materiales, incidiendo el factor económico y el “championismo”.
Pedro Medina plantea que cuando se organizan torneos para la categoría juvenil, son muy cortos, lo cual impide el total desarrollo técnico de los jugadores.
“Igualmente, nos golpea la migración. Son pocos los que desbordan talento, se quedan en Cuba y consiguen despuntar desde edades tempranas, llegar hasta la etapa juvenil o sobresalir en la Serie Nacional”, considera el otrora receptor.
También atenta la falta de preparación metodológica de los entrenadores. Los elementos técnicos en las categorías inferiores no se desarrollan ni se enseñan al nivel que se requiere o al que se juega en otro béisbol.
Aunque, aclaramos, esta falta de preparación y actualización es común en todos los deportes y se refleja en los resultados. El tiempo que se debiera dedicar en el equipo nacional a perfeccionar y entrenar con alta exigencia, se tiene que utilizar en el proceso de enseñanza, porque no se dominan elementos técnicos básicos que debieron ser aprendidos, fijados, en etapas anteriores.
No estamos cruzados de brazos
Hoy, el deporte de alto rendimiento en el mundo se hace a base de tecnología, implementos, recursos, un calendario competitivo prácticamente constante… Impera más la dimensión mercantil que la técnica. Actualmente, para participar en campeonatos del mundo o en Juegos Olímpicos, las marcas tienen que estar registradas y son determinadas por las federaciones internacionales.
Pero para competir en ciclismo de pista no se puede ir con la bicicleta con que se entrena en Cuba, debe comprarse una que vale más de 14 000 dólares. Y para saltar hay que emplear una pértiga con el centro de gravedad más bajo, que cuesta mucho dinero en el mercado internacional.
En el judo antes se podía ir con un kimono como el que usamos en Cuba. Hoy el judoca debe asistir a competiciones con dos como mínimo, y de colores diferentes.
Según Oscar Nuevo, para contrarrestar las limitaciones se introducen en el país indicadores extraídos de tesis doctorales, apoyados por el Centro de Investigaciones del Deporte Cubano.
“El resultado, por ejemplo, es la optimización. Cuba, con 356 atletas, 222 de ellos debutantes, ocupó el primer lugar en medallas por habitante en los recientes Panamericanos de Santiago de Chile, con 30 títulos (15 obtenidos por debutantes provenientes de la reserva) y 69 preseas en total. Es una expresión de cómo se ha fortalecido la categoría, a pesar de las limitaciones”, explica Nuevo.
Además, desde 2021 aumenta el rigor en los criterios de selección, basados en elementos técnicos y científicos, para la detección de alumnos de perspectiva inmediata, que comienza con las modificaciones al programa integral del deportista.
Hoy, el país cuenta con centros técnicos de seis deportes en las EIDE de varias provincias: clavados (Matanzas), tenis de mesa (Mayabeque), patinaje (Cienfuegos), ciclismo (Guantánamo), tiro con arco (Sancti Spíritus), judo (Holguín y Sancti Spíritus).
Los alumnos del centro técnico forman parte de las EIDE, con iguales reglamento y condiciones, y están incluidos en la matrícula. Lo que les diferencia es el sistema de preparación, o sea, el entrenamiento.
Nuevo agrega que recientemente comenzaron el judo femenino en Holguín y el masculino en Sancti Spíritus. “El próximo año, abriremos un centro técnico de ciclismo en Cienfuegos. Además, tenemos el equipo nacional de bádminton en Pinar”.
Informó que está aprobada la creación de la ESPA Nacional Juvenil y no una regional, aunque se trabaja en la fundamentación para que también paulatinamente se abran matrículas en las categorías juveniles.
“Hablamos de un inmueble que requiere condiciones especiales: tabloncillo, piscina, pista de atletismo, tanque de clavados… Esa instalación no existe. Habría que construirla. Pero la actual situación económica hace imposible pensar en eso”.
En la actualidad, las EIDE incluyen la categoría juvenil. Anteriormente, solo tenían la escolar, porque son escuelas de iniciación deportiva. En las ESPA estaba el nivel juvenil.
“Sería importante fortalecer las academias con infraestructura y condiciones en las provincias. En esos centros, donde hay atletas mayores de 18 años, convendría insertar atletas juveniles. Así se descargarían las EIDE y, a la vez, se incrementaría la matrícula de la categoría escolar”, concluye Nuevo.
En cuanto al sistema competitivo, la categoría juvenil, antesala de los equipos nacionales, se ha fortalecido internacionalmente. Desde 2010 se efectúan los Juegos Olímpicos de la Juventud y se incorporaron en 2021 los Juegos Panamericanos Junior, celebrados en Cali, donde Cuba fue quinta (29-19-22).
Está previsto organizar próximamente los Centroamericanos a ese nivel, lo que propiciaría cerrar el ciclo competitivo de forma similar a la que ha tenido la categoría mayores, dando continuidad a la cita escolar recién concluida en Venezuela, donde Cuba finalizó cuarta, con 11 de oro, 11 de plata y siete de bronce.
Todo lo anterior posibilitaría un salto, por lo que el movimiento deportivo cubano tendrá que continuar trazando estrategias, con todos los peldaños y a tono con las tendencias internacionales, para obtener mejores resultados y asegurar su estabilidad.