Desde muy pequeña sintió curiosidad por la ciencia y quiso buscar una manera de entender los procesos naturales que existen en el mundo de hoy. Ella es Ana Flavia Roldán Ramos, joven científica cubana que actualmente trabaja en el Grupo de Procesos Ambientales, Modelación y Geomática, en el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC).
Ana se graduó el pasado año de Licenciatura en Geografía en la Universidad de La Habana y comenzó inmediatamente su servicio social en enero de este año en el CEAC. Mediante este centro ha colaborado con instituciones como el Centro de Investigaciones Marinas (CIM), Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Matanzas (CESAM), Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Villa Clara (CESAMVC) y el Jardín Botánico, solo por citar algunas.
Para la joven geógrafa, estudiar ciencia implica tener acceso a una educación científica sólida, con énfasis en la formación teórica y práctica.
“Hacer ciencia hoy día en nuestro país constituye un reto por el contexto económico en el que se encuentra la Isla. Sin embargo, Cuba cuenta con instituciones y programas de investigación que promueven el desarrollo científico en diversas áreas, como es el caso de CEAC y el CIM, así como amplias posibilidades de colaboración internacional en proyectos científicos”, confirma Ana Flavia.
Desde su vinculación con el CEAC en 2do año de la carrera ha perfeccionado sus aptitudes profesionales y desarrollado otras nuevas. Roldán Ramos afirma a su vez que con este centro las posibilidades de superación personal y profesional han sido cuantiosas, a partir de su participación en conferencias, congresos científicos, eventos internacionales, cursos de capacitación y la oportunidad de contribuir a investigaciones nacionales e internacionales.
Proyectos como Bojeo a Cuba, EcoAtlas y ECOTONO le han permitido ampliar sus habilidades en el uso de los Sistemas de Información Geográfica (GIS), la oceanografía y los estudios ambientales.
“En Bojeo a Cuba realicé tomas de muestras para los análisis hidroquímicos de las aguas de la plataforma marina cubana, para la conservación y manejo de los arrecifes de coral y los depredadores grandes alrededor de toda esta plataforma en el país. Prefiero trabajar en las áreas que tengan que ver con las tecnologías de la geoinformación, ya que resultan ser medios muy eficaces para conocer, evaluar, identificar y estudiar no solo los ecosistemas, sino el medio ambiente en general”, comenta Ana.
Relacionado con su superación y especialización, Ana confirma que pretende especializarse en las ciencias de la teledetección en temáticas específicas como los ecosistemas de manglar, la captura de carbono azul. Respecto a su importancia explica:
“Estos son temas muy interesantes e importantes a nivel mundial, pues las tecnologías de la geoinformación están haciendo posible estudiar y evaluar los ecosistemas con una gran fiabilidad y rapidez, además nos permiten ahorrar recursos.”
El trabajo en la ciencia no solo ha incrementado las habilidades profesionales de Ana Flavia, sino también ha influido significativamente en su desarrollo personal.
“He adquirido habilidades de comunicación, expresión, organización y dirección. Además, me ha permitido fomentar el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el trabajo en equipo y el desarrollo de habilidades analíticas”.
Para muchos jóvenes profesionales hacer ciencia no es tarea fácil: implica sacrificio, compromiso, pero sobre todo paciencia y constancia para seguir superándose en todos los ámbitos posibles. Ana no es la excepción y ha aprovechado todas las oportunidades para adquirir aprendizajes en disímiles campos de su especialidad.
Entre sus aspiraciones profesionales están la obtención de un doctorado, la dirección de proyectos de investigación, la participación en colaboraciones internacionales, la enseñanza académica y muchas otras, todas ellas con el objetivo de aportar a la ciencia de su país.
