noviembre 22, 2024
Historias

Zamir Violín: “En cada canción que hago siempre trato de aportar mi cubanía”

“El violín urbano de Cuba” es la primera frase que salta a la vista cuando uno se adentra en el feed de Zamir Adalberto Muñoz Hernández. En Instagram y más allá, nadie le conocerá por ese nombre o al menos por buena parte de él. Desde hace años la vida de este muchacho, y lo que nos llega a través de las redes, está ligada al instrumento de cuerdas que mejor le define.

La música de Shakira, Bizarrap, CNCO, Daddy Yankee, JBalvin, Camila Cabello y Marc Anthony avivan las cuerdas y los días de Zamir. Reportes de prensa, entrevistas en medios nacionales y extranjeros han dado a conocer el trabajo de un cubano devenido influencer con tan solo 25 años, egresado, primero del Conservatorio “Guillermo Tomás”, y luego de la Escuela Nacional de Arte (ENA).

“En mi familia hay varios músicos, mi papá es trombonista y mi primo fue timbalero de la orquesta Aragón”, responde Zamir vía WhatsApp cuando hurgo en la historia familiar, queriendo hacerme la idea de dónde le viene el talento, cuándo descubrió que el arte era lo suyo y no otra cosa.

“Realmente al principio lo que yo había estudiado era el piano, desde los cuatro años. Nunca pasó por mi cabeza escoger el violín como instrumento, pero el día de las pruebas de captación en el Conservatorio vi el violín en una foto y me encantó. Decidí ahí que era eso lo que quería tocar”, me cuenta.

¿En qué momento decidiste apartarte de la música más académica para experimentar y versionar temas del género urbano?

—Después que me gradué de la ENA comencé a experimentar y fusionar mi instrumento con otros géneros musicales y así creé, junto a otro compañero, el dúo Vioelectro, unión del violín y la música electrónica.

“Poco a poco fui investigando sobre las redes sociales. Vi que era una vía por la cual podía dar a conocer mi talento y mi música”, explica Zamir, a quien también podríamos colocarle —con toda justicia— la etiqueta de “influencer”, actualmente con perfil verificado y más de 42,9 mil seguidores. “Al inicio comencé a subir mis videos solamente en Instagram, después me hice de un canal en YouTube”, explica, y da la impresión que sabe bien de lo que habla.

¿Cómo calificas la acogida de tu música por el público cubano, foráneo y por grandes artistas de la arena internacional?

—Estoy súper contento por los resultados obtenidos, ya que tanto al público como a los artistas les gusta lo que hago y para mí eso es muy importante.

¿Tienes alguna estrategia para crecer en redes?

—Mi mejor estrategia es la constancia, y también trato de crear contenido con la mayor calidad posible para el público.

Las calles de La Habana, aquellos lugares periféricos donde resalta el verde, la entrada de la ciudad por la bahía, un vagón antiguo de locomotora y su casa, son locaciones en las que Zamir muestra lo que hace al mundo. Todo se agolpa y traduce en megabytes, corazones, señales de “me gusta” y cifras de reproducciones que superan, en muchos casos, los tres dígitos. ¿Cómo reconocer lo auténtico? ¿Qué podría distinguirle?

“En cada canción, cada video que hago, siempre trato de aportar mi cubanía, un poco de mi forma de ser, ‘mi flow’, como decimos en Cuba. Pienso que eso es parte de mi sello”, contesta Zamir a una de las últimas preguntas de ese cuestionario impertinente que primero encontró en Instagram y luego respondió por WhatsApp, casi a medianoche.

En Video, Zamir Violín

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1 Comentario

  • David muños junio 4, 2023

    Excelente (◕દ◕)👍

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