septiembre 20, 2024
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Ven conmigo a patinar

Por: Sayli Sosa Barceló

El tiempo vuela. Voló muchísimo desde aquellos días en que la televisión cubana transmitía un video musical con jovencitos patinando por La Habana. El estribillo, que es el título de este fotorreportaje, invitaba a andar sobre ruedas. Eran unas ruedas multicolores, si no me acuerdo mal. Y la niña que era entonces sentía un poco de envidia, lo he de admitir.

Luego el tiempo voló todavía más y puso a la espera el proyecto de una pista de patinaje en el Parque de la Ciudad, que desviaría hacia ese enclave recreativo todo el “tráfico” de patinadores del Parque Martí, jóvenes temerarios que han hecho maldecir a más de uno, siempre que pasan veloces como rayos, justo en las narices de los caminantes.

Pero lo cierto es que ese proyecto no solo quedó a la espera, sino pareciera olvidado. Y el tráfico de “skaters” ―palabra en inglés que, supuestamente, tiene más swing (¡vaya con el idioma de Shakespeare!, por favor)― sigue siendo pista, polígono, vitrina de cuanta peripecia, maroma y carrera a todo dar pueda ser contada aquí.

Porque no hay en esta ciudad otro espacio cuya superficie permita patinar sin tropiezos o hacer saltos sobre patinetas, y porque los bancos a la sombra se prestan solos para que los padres fiscalicen el tiempo de esparcimiento de sus muchachos. El Parque Martí es, además, equidistante de todas las esquinas avileñas y punto de referencia obligada para los encuentros.

Estas son las instantáneas de una tarde en ese corazón citadino, rampa para juventudes sobre ruedas.

Cuando uno tiene “maestría” puede hacer maromas sin protección en rodillas y codos. Foto: Michel Guerra
Un momento para la iniciación de los principiantes. Foto: Michel Guerra
Los que saben dicen que todo se trata del equilibrio. Foto: Michel Guerra
A falta de un polígono, los desniveles sirven para intentar saltos. Foto: Michel Guerra
No es un deporte solo de varones. Foto: Michel Guerra
Esparcimiento sano y lugar de encuentro de amigos. Foto: Michel Guerra
Impulso, velocidad y agilidad: tres claves para un salto. Foto: Michel Guerra
Si el parque Martí está lleno de niños patinadores “nos movemos para los bajos del edificio 12 plantas”. Foto: Michel Guerra
Compañera de “batallas” con sus cicatrices de “guerra”. Foto: Michel Guerra

(Tomado de Invasor)

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