noviembre 25, 2024
Historias

Skalan2 en La Habana y la adrenalina de llegar a la cima

Una mano primero, la otra después. Te impulsas con las piernas y subes unos centímetros más. Buscas un hueco o una piedra de la que te puedas agarrar y te aferras a ella como si tu vida dependiera de ello. A más de tres metros del suelo la óptica cambia.

No hubo miedos en la escalada, sino el empeño de cumplir con el reto de llegar hasta la cima. Detrás, la confianza de saber que, aunque fallen las piernas, David, mi asegurador, sostiene la cuerda y no me dejará caer. Daniel graba el intento de aventura.

El organismo libera la adrenalina para poder enfrentarse a situaciones de riesgo. Así, activa el sistema circulatorio, aumentando la tensión arterial, mejora la capacidad del sistema respiratorio al dilatar los bronquios y estimula la producción de dopamina, una de las hormonas de la felicidad.

Escalar es eso, felicidad, sentirse poderoso porque lo intentaste y pudiste. Aunque te sueltes, te caigas o las fuerzas no te alcancen para subir un centímetro más. Mirar hacia abajo y desafiar la altura. Y si es con Skalan2 en La Habana esa satisfacción se multiplica. La aventura termina con una foto de cabeza y un choque de manos. ¡Lo hicimos!

Skalan2 en La Habana. Foto: Cubadebate

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“Me atrapó esa sensación de paz y el privilegio de disfrutar el extra que te da la escalada”

Daniel David Paulovich Rosario. Foto: Cortesía de Skalan2en La Habana.

“La primera vez que escalé fue hace unos 10 años, por embullo. Mi amigo Loniel me había pedido varias veces que escalara con él, pero siempre le decía que me parecía atrevido, que no lo haría”, comenta Daniel David Paulovich Rosario, director de la mipyme Skalan2 en La Habana.

Un día, Paulovich Rosario, de espíritu aventurero como su abuelo eslovaco, Jan, asumió el reto. “Fui a escalar, vi el proceso, comprendí la seguridad que había y comencé a subir una vía 6b junto a Loniel.

“Para que se entienda, hay diferentes formas de medir la dificultad de una vía de escalada y dichos parámetros se establecen según el país donde se escala. En Cuba utilizamos la escalada francesa, una de las más usadas en el mundo.

“El nivel 5 es para principiantes y el 6a, 6b, 6c, 7a… hasta 9c, para escaladores.

“Las vías tienen nombres. Esta se llamaba invento, porque era de desplome y mezcla de dos rutas. Había que hacer mucha fuerza con las manos, mientras el 30 % recaía en los pies”, asegura el habanero de 31 años, quien se enorgullece de pertenecer a la segunda generación de escaladores de Cuba.

En esa primera experiencia, ¿hasta dónde llegaste y qué te pareció?

–“Llegué hasta la mitad. Fue una adrenalina total, como un shock. Cuando bajé, sentí realmente hasta donde había subido y que todo estaba bien.

“Tuve sensaciones de desestrés, de liberación. En ese momento que estás escalando, no es como cuando corres, por ejemplo, que piensas: ‘Cuando llegue a la casa, tengo que lavar el nasobuco, o hacer la comida’…Cuando escalas no puedes pensar. Esta actividad no te permite estar desconcentrado.

“Se siente como un instinto animal o natural de querer progresar por la pared, intentando cometer la mínima cantidad de errores para no caer. El objetivo es llegar a arriba, cualquier despiste, puede hacernos caer. Por eso es que uno se siente tan liberado al terminar, porque logras concentrarte en una cosa y olvidar lo que está a tu alrededor.

“Es un ejercicio relajante. Se utiliza como terapia para personas que padecen de estrés y para los niños autistas o los que tienen miedo u alguna fobia.

“Eso fue lo que me atrapó, esa sensación de paz y también el privilegio de disfrutar del extra que te da la escalada. Más que extremo, es un deporte de riesgo, así lo llamaría yo. El riesgo está minimizado y precisamente la modalidad top rope, es más segura que manejar.

“Eso lo comento con frecuencia en las clases del proyecto. Cuando manejas, dependes de ti y de la otra persona que te acompaña en ese momento. Al escalar son tu compañero y tú, que se vuelven uno. Esta comparación la hago teniendo en cuenta el top rope y el líder o primero, modalidades de la escalada deportiva, que es la que utilizamos.

“Y es que cuando hay buena sincronización, calidad en los conocimientos y se aplica bien la seguridad, el éxito solo depende de dos personas que están sincronizadas como una.

“En ese sentido, la escalada es muy segura. No existen en Cuba accidentes fatales relacionados con ella, desde que comenzó su práctica, en los años 90”.

El proyecto Skalan2 en La Habana ya tiene seis meses funcionando como mipyme. Foto: Cortesía de Skalan2en La Habana.

Entonces, ¿cómo surge la mypime Skalan2 en La Habana?

–“Empezó como un proyecto entre dos amigos, Loniel y yo. Luego Loniel decidió realizar otras actividades y yo continué.

“Surgimos con el objetivo de que las personas disfrutaran de la escalada en Cuba, principalmente nuestros amigos.  Después, llegó la necesidad de comprar equipos, reponer algunos zapatos…La única manera de hacerlo sostenible fue buscar una forma legal para que se pagara por el servicio.

“Así nos fuimos desarrollando para darle oportunidad a las amistades y a las personas que no conocíamos.

“Nacimos en un momento donde existían más de 700 vías de escalada en Viñales, Pinar del Río, y diferentes sectores en La Habana, Mayabeque…Es decir, ya estaba creada una comunidad de escaladores.

“Hay pilares: Aníbal Fernández y Jorge Luis Piñeiro, en la capital, y Yarobis García, Josué Millo y Jorge Luis Pimentel, desarrolladores de la zona de Viñales, meca de la escalada en Cuba.

“Igualmente, ha sobresalido por sus aportes Lázaro Antonio Mena y otros que han contribuido a la escalada en el occidente, el centro y oriente del país (Holguín), e incluso en la Isla de la Juventud, desde la década del 90”.

Los niños utilizan la modalidad de tope rop. Foto: Cortesía de Skalan2en La Habana.

¿Dónde radica la mipyme Skalan2 en La Habana?

–“Avenida 26 entre 35 y 37, en el municipio Playa, a una cuadra de la Casa de la Música de Miramar. Es mi casa, ahí tenemos la oficina y el almacén de Skalan2.

“Para su mayor divulgación, trabajamos como asesores con Eric Gutiérrez, director de Recreación Física del Inder.

“Actualmente, somos 11 integrantes. El objetivo es que las personas practiquen de forma segura la escalada recreativa en roca. Que lo hagan con los equipos aprobados por la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIIA), certificados en Cuba por el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (Ceaden) y con el conocimiento de los cursos que pasamos en Skalan2 en La Habana.

“A propósito, también hemos participado en cursos del proyecto Skala+, de la mano de Aníbal Fernández y Juan Luis Piñeiro.

“Tenemos un curso en Skalan2, donde se enseña la historia de la escalada, los equipos a asegurar en las diferentes modalidades, aunque solo utilizamos la top rope. Esta es la más segura y la que emplean los niños, principiantes y los profesionales, cuando saben que escalarán una vía con varias caídas o quieren probar sin probabilidad de daños.

“La caída es parte de la escalada. Las cuerdas son dinámicas. Están hechas para que cuando uno caiga, tenga una caída suave y continúe el ascenso”.

¿Cómo realizar las reservaciones en Skalan2?

–Contactar por nuestro Instagram (Skalan2enlahabana), Facebook (Skalan2 en la Habana) y al número de nuestra administradora de reservas: Daniela Valdespino Aguiar (54266395).

“Realizamos las experiencias de escalada en diferentes sectores Boulder Habana, detrás de la clínica Cira García; Morro-Cabaña; Jibacoa; Cojímar y Viñales.

“Llevamos seis meses de intenso trabajo. Nuestras proyecciones son desarrollar la escalada más allá del occidente del país, que se pueda realizar en diferentes sectores, e intentar extenderla a toda Cuba”.

En video, experiencias de escaladas

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