Por: Samuel Montero Parejo (estudiante de Periodismo) y Norys Castañeda Valera
Flavia López Morales es una joven de 24 años de la ciudad de Matanzas. En su momento fue canoísta, llegando a ser atleta de alto rendimiento: campeona nacional escolar en cuatro ocasiones y subcampeona en otras dos, medallista de bronce en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018, y ocupó el séptimo puesto en los Panamericanos de Lima 2019.
Por cuestiones extradeportivas, decidió alejarse del equipo nacional y ahora cumple una importante tarea: es la entrenadora principal de la categoría escolar y juvenil en la provincia de Matanzas, teniendo bajo su manto el futuro del canotaje matancero y del país.
¿Por qué te decidiste por el canotaje?
—Mi papá era entrenador y siempre me inculcó a mí y a mi hermano la práctica del deporte. Yo vivía en la calle Contreras y el que más cerca se practicaba de mi casa era el canotaje.
¿Cuándo comenzaste a practicarlo?
—Desde pequeña me traían a la base naútica a ver a mi hermano porque no tenía la edad para empezar. Mi papá me anotó en natación para que aprendiera a nadar y en cuarto grado, a la edad de nueve años, fue mi inicio en el canotaje.
¿Cómo llegas a convertirte en entrenadora principal?
—Cuando dejo el equipo nacional, no tenía pensado ser entrenadora. Estaba siguiendo mis estudios de tercer año en la carrera de Cultura Física en la Universidad de La Habana, tuve que trasladarme para la Universidad de Matanzas.
“Por ese entonces, la base naútica tenía escasez de profesores, había un equipo masculino y otro femenino que no tenía entrenador. El comisionado Leonardo Valdés fue a buscarme a mi casa y conversó conmigo”.
El canotaje de Matanzas es bastante competitivo. ¿Cómo asumes la responsabilidad de ser la entrenadora principal, siendo tan joven?
—Realmente el canotaje matancero es el mejor del país, llevamos más de 10 años siendo campeones nacionales en todas las categorías. Me apasiona lo que hago, esto prácticamente es mi vida y al tener tanto apego con los niños facilita mi trabajo. Trabajo en la individualización, me enfoco en las características psicopedagógicas, en lo que ellos sienten, lo que quieren ser.
¿Qué han significado los Juegos Escolares Nacionales que recién finalizaron?
—Cumplimos con las expectativas. El entrenamiento y constancia dieron el resultado que pretendíamos. Hoy continuamos en la cima de este deporte en el país.
“En la canoa femenina 15-16 años, Marina Ruiz Peñate obtuvo dos medallas de oro y una de plata; Lauren Del Valle Santana, una plateada y una de bronce. En la canoa masculina 15-16 años, Antony García Machín se agenció tres medallas de oro; Marcos Antonio Armas, una dorada; y Eduardo Aguilera Mirabal, dos platas. Y un nuevo ingreso de la canoa 13-14 años, Nayadis Morejón, alcanzó un bronce y un cuarto lugar.
“Además, obtuvimos dos promociones para el equipo nacional: Eduardo Aguilera Mirabal y Marina Ruiz Peñate. Ese es el inicio de un sueño, por el que han luchado muchísimo en un deporte muy exigente.
“Fue un torneo satisfactorio a pesar de los nervios. Poco a poco fueron descubriendo que sí podían enfrentar el rigor y la presión de continuar siendo los mejores, entrenan un año entero que se resume en un solo momento, en un día. Pero estaban bien preparados, enfocados. y al final recogieron el resultado de su esfuerzo.
“Como entrenadora estoy muy satisfecha, feliz con solo verlos sonreír o llorar con cada triunfo. Contribuir con que alcancen sus metas forma parte de mis sueños”.
Flavia se ve muy entusiasmada con este nuevo reto presente en su vida. Su prioridad es el bienestar de los muchachos, brindándoles su experiencia.
También insiste en que la desmotivación no debe apoderarse de ellos, puesto que “motivación” es para ella la palabra de orden, “para que nadie les diga que no pueden y, pase lo que pase, siempre luchen por sus sueños”. Cuenta además con el apoyo de los padres, porque más que una entrenadora, es un familiar: la segunda madre de muchos, y una ejemplar educadora.
(Tomado de Girón)