Beber agua es fundamental para muchas especies. Necesitamos del líquido vital para la función celular, la eliminación de residuos, la regulación de la temperatura corporal y para mucho más. Nuestro cuerpo lo sabe, y cuando siente ciertas carencias en el organismo, manda señales que traducimos como sed. En fin, el punto es que con todo lo anterior se hace casi impensable que las ardillas hibernantes, ardillas de tierra, sean capaces de pasar hasta ocho meses sin agua. ¿Cómo le hacen?
En un nuevo estudio publicado en la revista Science, unos investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos conductuales y moleculares, con el propósito de descubrir cómo las ardillas que hibernan pueden sobrevivir sin agua durante meses.
Más que dormir
Las ardillas hibernantes entran en un proceso que no es precisamente dormir y ya. Mientras estos animales están en hibernación reducen significativamente su tasa metabólica y casi se congelan. Los momentos más agudos de este estado son intercalados por episodios de excitación de uno o dos días, en los cuales dichas criaturas parecen estar activas, pues retoman su temperatura normal, aunque no salen a beber agua o a comer.
Elena Gracheva, autora principal del estudio y profesora de fisiología celular y molecular y neurociencia en la Universidad de Yale (Estados Unidos), dijo, en entrevista con Popular Science, que se cree que los mencionados momentos de excitación son importantes, en parte, para que las ardillas que hibernan puedan dormir, eliminar desechos y mantener oxigenado su sistema cardiovascular
¿Por qué las ardillas hibernantes sobreviven tanto tiempo sin agua?
Para responder a esta pregunta, los investigadores ofrecieron a las ardillas hibernantes agua o solución salina durante los periodos de excitación. Sorprendentemente, vieron que los animales se interesaban por la solución salina, mas no por el agua en sí.
No obstante, lo anterior hace sentido, ya que si estás deshidratado no es conveniente tomar agua sola, en razón de que se podrían diluir los iones críticos de tu cuerpo por debajo de los niveles seguros, explican los autores.
Los expertos llegaron a la hipótesis de que el cerebro de las ardillas debía suprimir la sed, en relación con una actividad neuronal menor, mientras yacen hibernando. Sin embargo, para comprobar esto examinaron más de cerca los cerebros, observando la expresión de proteínas y la respuesta de neuronas aisladas a ciertas hormonas que provocan la sed.
A grandes rasgos, los investigadores vieron que las ardillas tienen suprimidas determinadas regiones cerebrales implicadas en el desencadenamiento de la sed, incluso en esos momentos de excitación en los parecen estar activas otra vez.
Todavía resta ver a más detalle cómo es que funciona este sistema en las ardillas, por lo que nuevos estudios estarían haciéndose sobre esta línea más tarde. Por lo pronto, el secreto de otra maravilla de la supervivencia se nos comienza a revelar.
(Tomado de National Geographic)
