Por: Oscar Figueredo Reinaldo y Yunier Sarmientos Semanat
Juan Pablo Velázquez siempre fue hiperactivo. De niño y por iniciativa de su mamá se le vio, brevemente, encima del tatami, hasta que descubrió que el judo y la flexibilidad que demandaba un movimiento como el split no era lo suyo; entonces, por recomendaciones y para intentar calmar sus crisis de asma se lanzó a las piscinas, hasta hoy.
“Lo tomé como algo que podría traer beneficios a mi salud, para curarme, y con el paso del tiempo me fue gustando”, confiesa ahora desde la luminosa y refinada capital francesa que por estos días sirve de escenario a unos Juegos Olímpicos; pero la curiosidad de Juan Pablo, sumada a la pasión por el ejercicio físico le llevó a trascender las quietas aguas de las albercas. Para suerte suya, y nuestra, el pentatlón estaba en el camino.
¿En qué momento llegaste al pentatlón?
—Lo hice cuando estaba en natación en la EIDE (Escuela de Iniciación Deportiva) Mártires de Barbados y terminando el noveno grado fui a estudiar a un preuniversitario normal. Allí como tenía altas cargas de entrenamiento debía desentrenarme y un día fui a la Ciudad Deportiva y me encontré con un entrenador al que cuando le expliqué la situación me dijo que había un deporte nuevo, me explicó cómo era el pentatlón y me gustó.
“Empecé a practicar con él. Salí de la EIDE en agosto, en diciembre tenía la primera competencia de pentatlón y obtuve el primer lugar. Allí también estaban los entrenadores del equipo nacional, me vieron, me hicieron la captación para prepararme como invitado y al año siguiente pasé a la selección”.
¿De qué manera valoras los resultados que has tenido hasta ahora a nivel nacional e internacional? ¿Qué significó para ti la medalla de bronce en los pasados Juegos Centroamericanos?
—Mi primer resultado grande en el pentatlón fue en el Campeonato Nacional Juvenil, en el cual logré tres medallas de oro. Fui campeón por dos años, obtuve seis medallas doradas y a raíz de eso me suben para el equipo nacional.
“El logro más grande que he tenido hasta ahora ha sido el bronce centroamericano. Una medalla importante, que se logró con sacrificio. Tuvimos que dejar de hacer muchas cosas para ganarla: entrenar a tiempo completo, no poder compartir con la familia, tuve que dejar de ir a lugares”.
Pentatlón es un deporte muy completo, precisamente por la cantidad de disciplina que lo integran. ¿Cómo son esas actividades que lo integran y de qué manera pueden relacionarse en una propia competición?
—El pentatlón, como su nombre lo indica, está compuesto por cinco deportes: natación, tiro, esgrima, equitación y carrera. Es muy complicado entrenarlo, porque son cinco disciplinas que no tienen que ver una con otra, entonces a la hora de competir el primero que se realiza es la esgrima, un día antes, completo. De ahí salen las primeras puntuaciones y se continúa con la natación, la equitación y termina la competencia haciendo una combinación de tiro y carrera, que se llama laser run, el que gana esto último es el vencedor completamente.
¿De qué manera afrontar el reto de hacer tantas cosas, una detrás de la otra? ¿Cómo lograr la concentración?
—Es muy complicado. La concentración debe ser la máxima, en cada evento a realizar. No importa si saliste mal en uno. Hay que seguir para el otro, enfocado, porque se trata de una competencia en la que hay que acumular puntos y si te caíste en uno hay que reponerse y seguir, con confianza, para obtener la mayor puntuación y subir en la tabla.
En un país como Cuba, con todas las complejidades económicas y para el acceso a recursos, con las distancias entre estadios y pistas ¿cómo haces para dedicarte a esta disciplina?
—Pasamos mucho trabajo, porque entrenamos en el Cerro Pelado pero ahora mismo la piscina no funciona, entonces tenemos que trasladarnos para el Parque Lenin, que nos queda lejos, y en ese tramo se nos dificulta el entrenamiento, porque tenemos que variar, buscar un sistema de adaptación, para ver cómo en el día podemos hacer entre tres o cuatro deportes, sino se nos hace difícil a la hora de elevar el nivel competitivo y no podemos dedicarnos solo a una cosa en el día para lograr mantenernos en la élite con los demás atletas que sí practican los cinco deportes y tienen la posibilidad de reunir cada cosa en un mismo lugar.
Además del deporte te dedicas a la actuación, al modelaje… ¿Cómo te interesaste por esas cosas y qué tienen que ver entre sí?
—Empecé en el modelaje a raíz de la covid-19. Todo estaba detenido y empezaron a surgir cursos y captaciones en academias de modelaje. Como no estaba haciendo nada fui un día y me aceptaron. Entonces pasé un curso de tres meses en la academia del reparto Flores, en Playa y un día se presenta un señor y nos comenta la posibilidad de participar en una novela y nos pide los números de teléfono.
“Como siempre me ha gustado la actuación y las cámaras le di mi contacto sin pensar que me fuese a llamar. A la semana lo hizo, me habló de una novela que se estaba grabando. Se llamaba Tú, la dieron hace dos años por la televisión. En ella participé, no tuve un personaje, había muchos actores reconocidos en Cuba y pude hacerme fotos con ellos, relacionarme y fue muy importante llegar a la televisión a través del modelaje y hacer algo en la actuación”.
¿Compiten estas cosas con el deporte?
—Sí. Porque la actuación es difícil también y cuando toca filmar algo hay que dedicarle un día entero, no se puede salir y hacer otras cosas, entonces cuando terminaba de entrenar me iba para las grabaciones y les explicaba a los productores que soy atleta, y que después de mediodía era que podía incorporarme. Me hacían unos ajustes con el horario para no tener problemas.
Ya se está cerrando este ciclo olímpico con los Juegos de París, y se va regresando a la normalidad después de verse afectado por la covid-19. ¿Cuáles serían tus aspiraciones de cara a futuro?
—Para el ciclo que viene aspiro participar en los Centroamericanos y obtener una medalla, no de bronce, sino de plata u oro para superar mi logro en la edición pasada. También quiero estar en los Panamericanos y conseguir un boleto olímpico para Los Ángeles 2028.
¿Es muy compleja la región como para clasificar en pentatlón?
—Sí, porque hay países que han subido su nivel. Hay jugadores que compiten en Europa y algunas naciones hacen sus bases de entrenamiento allí. Ese es un requisito que debemos buscar, porque ahí es donde está la calidad en este deporte, donde se concentran los mejores atletas.
A partir de tu experiencia a pesar de ser joven ¿qué le podrías decir a los muchachos que comienzan ahora?
—A las nuevas figuras del pentatlón moderno, que sí hay, y tuve la oportunidad de verlas en una competencia realizada en Varadero, les dije que siguieran entrenando, que no perdieran la fe, que se esforzaran y si su sueño es estar en el equipo nacional y representar a Cuba, hay que luchar y dar el máximo.