Por: Giusette León García
Lo dice con alegría, porque a ella le encantan los personajes negativos, no solo porque disfruta la pimienta y la sal que ponen a la trama:
“Siento que los personajes antagónicos demandan más de mí en todos los sentidos, puedo crear más, se me prende el bombillo y entonces tengo un campo más grande para explorar; particularmente yo, disfruto más ser la mala de la película que la víctima.
“La telenovela que acabo de terminar se llama Renacer, y para mí es muy importante, es un personaje que estaba esperando hace rato, un antagónico, se llama Sandra. Mi partner en esta novela es Alejandro Cuervo, que tuve la alegría y la satisfacción de poder trabajar con él por primera vez, estoy maravillada de él como actor, y es un personaje que lo disfruté muchísimo, así que le agradezco a Heiking que me haya convocado para esta novela y estoy ansiosa por que salga… Sé que me van a coger mucho odio, pero bueno… En ese caso, cuando la gente te rechaza, es porque lo hiciste bien”.
Sobre los nuevos proyectos, prefirió no adelantar mucho: “Ahora tengo algunas cositas que me han llegado de trabajo, telefilmes, pero todavía nada en concreto. No quiero adelantar nada aún, pero estoy con muchas expectativas de que todas esas cosas se concreten”.
Con Belissa Cruz, la Angélica de Latidos compartidos y Patricia en Asuntos pendientes, nos volvimos a encontrar durante la reciente edición del Festival Piña Colada:
“Ciego de Ávila a mí me cambió la vida desde la primera vez. Estoy enamorada de Ciego por el amor y el cariño con que lo reciben a uno, por la sencillez que tienen —no hallan qué brindarte—, por la respuesta del público con nosotros los artistas, la manera en que lo agradecen. Eso a uno lo llena de satisfacción, de más ganas de seguir trabajando y de seguir haciendo las cosas bien para que el pueblo lo disfrute. Yo, feliz de poder participar en este festival tan lindo”.
A Sandra, su próximo personaje, quizás la odiemos profundamente, pero a esta mujer tan divertida como sensible, es imposible no quererla con la misma intensidad de sentimientos que la vimos entregar todo el tiempo:
“Los conciertos en el escenario central los disfruto mucho porque, realmente, pararte en ese escenario y ver la magia de esa cantidad de personas disfrutar, gozar tanto, que vayan las orquestas y los artistas que Arnaldo convoca, es una magia que no tiene nombre, pero el trabajo comunitario que hacemos durante el día te roba el corazón: poder llegar a centros penitenciarios, compartir, interactuar en las escuelas, en hogares maternos, de niños sin amparo familiar… esas son cosas que a uno le tocan el corazón y realmente es la parte que más disfruto. Esos momentos se quedan con uno para siempre”.
(Tomado de CubaSí)