Por los pasillos del Hospital General Docente Dr Agostinho Neto, en Guantánamo, siempre está el doctor Luis Alberto Ramírez Díaz haciendo malabares entre el ejercicio de la medicina y la subdirección quirúrgica del centro. Ambas responsabilidades las lleva con dedicación, bajo la premisa que ha primado en su vida: dedicarse a ayudar sin esperar una moneda de cambio.
Este doctor tiene ahora la responsabilidad de ser candidato a diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular por Manuel Tames, uno de los municipios más orientales de Cuba. Lo contactamos vía Whatsapp y accedió a responder algunas preguntas a Cuba Joven.
—¿Qué desafíos entraña ser candidato a diputado a la ANPP?
-Conlleva innumerables retos y una mayor responsabilidad. Trataré del poco tiempo que tiene un médico para descansar, dedicarlo por completo a la labor de representar al pueblo de Manuel Tames, a la provincia de Guantánamo.
“Nunca pensé que podría ser parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Siempre veía a muchas personalidades de nuestro país integrar ese órgano legislativo, y no me imagina que yo, una persona común, un trabajador de pueblo, pudiera estar en esas instancias, aunque conozco las leyes electorales”.
—Desde su experiencia en la dirección, ¿cree que un líder nace o se hace?
-Un líder siempre nace con ese interés de guiar, de proporcionar sostén a los demás. Las personas que están a su alrededor lo siguen. Pero también se hace porque a medida que se va adquiriendo experiencia, habilidades comunicativas, organizativas, de dirección y se trabaja sobre los errores que se ha podido cometer en el pasado, perfecciona su liderazgo y puede convocar y ayudar a más gente.
“Eso que te motiva a llevar a tu pueblo, a tu gente, hacia algo mejor es innato. Esa inquietud uno siempre la tiene desde pequeño, desde que está en la primaria y participa en los matutinos, cuando aspira a ser el presidente de grupo o cuando llega el preuniversitario y quiere ser líder de la de la FEEM. Ese tipo de personalidad motiva siempre a sus compañeros.
“La persona nace siendo líder, como nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, José Martí quienes siempre tuvieron la inquietud de querer un país mejor, de hacer una Revolución, de ver a la Patria grande liberada”.
—¿Cómo ha sido llevar a la par la subdirección quirúrgica del hospital con el ejercicio de la medicina?
-La dirección implica muchos retos, sobre todo en momentos como este donde el Sistema Nacional de Salud carece de muchos insumos y tenemos dificultades para el desenvolvimiento pleno de nuestra tarea. Nunca me alejo de mi profesión; soy médico ante todo.
“Hice una especialización en cirugía estética y reconstructiva y siempre trato de hacer en la semana mi turno quirúrgico e ir al salón a la reconstrucción de aquella paciente oncológica que le han amputado la mama y devolverle la sonrisa con un nuevo órgano formado con su propio tejido. Es una satisfacción increíble el agradecimiento de los pacientes. Creo que nunca dejaré mi profesión a un lado.
“Puedo llevar el ejercicio de la medicina a la par de la dirección. Solo se trata de planificarse el tiempo y organizar todas las tareas en el día”.
—¿Cuál será el camino a seguir si resulta electo? ¿Qué temas le interesan más como posible diputado?
-Si resulto electo, si bien mi trabajo como diputado depende de un cronograma que nos establezcan, siempre dedicaré el mayor tiempo a visitar a los electores en Manuel Tames. Creo que hay nada más lindo en esta labor que el contacto con el pueblo, de donde surgen las ideas, las propuestas de cambio para mejorar muchas cosas en nuestro país.
“El enfoque y el camino que pienso tomar en la Asamblea Nacional tiene que ser uno que busque la prosperidad de Cuba que es lo que más nos pide la población. Llevar la educación y la salud como puntera y logros indiscutibles de nuestra Revolución. Mantener el socialismo sobre todas las cosas.
“Cumplí misión internacionalista y he podido comparar lo que es un sistema social socialista y uno capitalista, y no hay otra solución a los problemas de las comunidades, de los pueblos, que el socialismo. Es donde se tiene la vida humana como prioridad y no la riqueza o el enriquecimiento de las personas. No obstante, eso no significa quedarnos en la pobreza, en la letargia. Hay que garantizar la producción de bienes y servicios y que el país sea un poquito mejor.
“Es un reto extra ser joven porque tenemos muchas cosas que aprender, inquietudes, somos más eufóricos a la hora de hablar. No obstante, a pesar de mi juventud, estoy dispuesto a llegar a la ANPP y dar propuestas que muchas personas me han ayudado a concretar. Que se escuche la voz de los guantanameros y que algunas de esas ideas puedan ser fructíferas para el país.
“El parlamento ha trabajado mucho en promulgar y renovar leyes que sirven como base a la Constitución de la República, aprobada en el 2019. Creo que ahora es momento de que todas esas normativas puedan llegar a concretarse en beneficio de nuestro pueblo.
“Como diputado ofreceré ideas que contribuyan a mejorar los indicadores de salud, para que podamos adquirir o priorizar un poquito más la presencia de medicamentos e insumos médicos; que el trabajo del médico sea mejor valorado para que nuestros galenos puedan sentirse satisfechos y orgullosos de la labor que están haciendo, y evitar que muchos de ellos sigan emigrando o abandonando las misiones internacionalistas.
“La educación me interesa mucho. Abogar por una cultura donde las personas y las comunidades participen más de la formación de nuestros hijos. Buscar que los jóvenes que hoy día están desvinculados o que han encontrado una manera fácil de hacer dinero, revendiendo y explotando a nuestro pueblo, se vinculen al trabajo productivo y que puedan aportar a la sociedad. Así se evita que aumenten los procesos inflacionarios a través de la venta ilícita y reventa de los recursos.
— ¿Cómo ha sido el intercambio con los electores de Manuel Tames?
-Ha sido maravilloso. He encontrado gente agradecida por nuestra presencia en todos los rincones de Manuel Tames, un municipio que tiene un gran por ciento de su superficie terrestre montañosa, donde las comunidades son bien intrincadas, que carecen de transporte, de carreteras accesibles. He conocido a mucha gente humilde, que agradece que la Revolución aún los tenga presente, que cree que nuestra visita ha constituido un alivio porque sabe que sus problemas serán atendidos con posterioridad.
“Ahora toca trabajar mucho por nuestro país y dar todo lo que tengamos. Esta es mi tierra, mi Patria. He conocido la historia de Cuba por mi familia, mis ancestros. Hay que defender eso hasta la última gota de sangre”.
Para Luis Alberto Ramírez Díaz no hay nada más lindo que ver el resultado de la atención a un paciente que ha llegado enfermo o herido al hospital después de un accidente. Eso toca la fibra de un médico, asegura. Esta profesión es una de las labores más humanistas y sensible que ha conocido.
“Cuando estaba en la vocacional pensaba en ser informático, pero los años que pasé en el preuniversitario me enseñaron a ver la gente, tocar sus problemas y eso me llevó a ser médico. La medicina es parte de mi vida; yo soy parte de la medicina”.
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