Una pareja en el malecón. Dos. Tres. La camadería entre amigos. Los científicos detrás de microscopios y probetas. Los doctores que no paran hasta encontrar el diagnóstico correcto, y esos que no se detienen hasta encestar o meter el anhelado gol.
Profesores, científicos, deportistas, artistas, ingenieros, profesionales de la salud, artesanos, diseñadores, periodistas, matemáticos, físicos, biólogos, químicos…
La juventud cubana no para de soñar; no se detiene y lleva la alegría como estandarte. Quizás sea ese mismo espíritu de resistencia que nos han inculcado y de saber que más adelante nos esperan tiempos mejores. Somos dueños de nuestro tiempo y forjadores del mañana.
La juventud cubana es diversa, heterogénea como sus criterios. Indaga, estudia y busca su propia verdad. Es parte de su entorno y lo transforma. Es Cuba: creativa, arrojada y luchadora. Está llena de colores así como estas instantáneas.