Si alguien tiene dudas de si un artista nace o se hace solo tiene que escuchar la tímbrica de la voz de Alejandro Padrón. Recorre las notas graves con total soltura, como si toda la vida hubiese estado sobre un escenario. Pero no, el talento de Alejandro estaba oculto tras su inclinación por los deportes y no fue hasta el San Remo Music Awards cuando cantó por primera vez delante de un teatro abarrotado de espectadores.
Alejandro es de Bejucal, un municipio de la provincia de Mayabeque. Desde pequeño siempre fue intranquilo; cantaba en los matutinos escolares y reuniones de familia, pero si le daban a escoger entre un micrófono y una pelota de voleibol, de seguro, escogía la pelota.
Su sueño era ser deportista, llegar a las grandes ligas y tener la habitación llena de trofeos. Pero, con el paso de los años, se dio cuenta de que no valía para dar remates o bloqueos detrás de una maya. “No logré ser una gran figura del panorama deportivo cubano, pero gracias a eso se consolidó el arte que corre por mis venas”.
Durante la etapa pandémica, su abuela vio en la televisión la convocatoria para participar en el San Remo Music Award. “‘Tienes que presentarte —me dijo—quien sabe y ganes’. Al principio no le hice caso. Envié mi vídeo el último día de admisión y ¡mira hasta dónde llegó!”.
Alejandro Padrón obtuvo el segundo lugar en la primera edición del festival. En el certamen defendió por cuatro noches consecutivas el tema “Píntame” de la autoría de Jorgito Karamba. En ese entonces dijo que se sintió identificado desde un primer momento con la canción. Aunque su premisa era sacar todo lo que tenía por dentro cuando estaba cantando, en las eliminatorias del concurso, el pecho se le apretaba porque ansiaba seguir en competencia.
“Mi paso por el certamen fue mágico. Me vi rodeado del talento de grandes representantes de la música cubana, como Mayito Rivera, Tania Pantoja y Haila María Mompié. Además, gracias a ese premio hoy pertenezco a la empresa Musicuba, lo que me convierte en un artista profesional».
El joven cantante hoy funge como un miembro más de la orquesta Adalberto Álvarez y su Son. “Pertenecer a esta agrupación es un lauro que atesoro. Ser uno de sus integrantes es una prueba que trato de afrontar siempre con ansias y determinación”.
En su voz recae la responsabilidad de interpretar temas que son parte de la banda sonora de Cuba como “A Bayamo en coche”, “Son para un sonero”, “Y que tu quieres que te den” y “Para bailar casino”. Brayan Álvarez, actual director de la orquesta, depositó la confianza en él y Alejandro pone todo su empeño en brillar como vocalista de la agrupación de música popular bailable.
-¿En qué momento cree que se encuentra su carrera?
“En ascenso. Tengo ganas de crear mi historia y, en un futuro, mi propia agrupación. Me gustaría llegar a ser un cantante reconocido y querido por el pueblo”.
– ¿Cuáles son las principales dificultades que tienen hoy los jóvenes músicos cubanos para desarrollarse en el ámbito artístico?
“La falta de apoyo. Los jóvenes tenemos tantas ganas de hacer música, de crear como mismo lo hicieron Juan Formell, Adalberto Álvarez… hace muchos años. Necesitamos más espacios”.
– ¿Está satisfecho con lo que ha logrado en su corta carrera musical?
“No, estoy contento por los pasos que he dado hasta ahora pero aún me falta mucho por recorrer”.
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La música es su medicina, lo ha dicho en entrevistas anteriores. “Produce cosas muy lindas, aún más cuando tienes el talento. Siempre lo tuve, pero nunca lo reconocí. Empecé a hacer música como un hobby hasta que se convirtió en parte de mi vida”.
La carrera de Alejandro Padrón está en ascenso, escalando peldaños, un paso a la vez. Poco a poco va buscando su propio sello. “Me gusta mucho la música cubana y española. A la hora de interpretar trato de fusionar estos dos estilos y de exponer lo que siento a través de mi canto”.
Padrón sueña con que su música sea un alivio para las almas. “Quiero ser un cantante internacional pero no por la fama, sino porque deseo que mi música llegue a los corazones de todo aquel que lo escucha”.